El rol del creep feeding y el creep grazin de terneros

La cría vacuna se desarrolla, en muchos casos, en zonas con serias dificultades de clima y suelos. Todo esto afecta seriamente los recursos forrajeros a lo largo del año repercutiendo, entre otras cosas, en los aspectos reproductivos y en el estado general de los animales


amanecer rural

En este trabajo se analizarán las características de manejo, nutrición y el rol que cumple el creep feeding y creep grazin de terneros.

En ambos casos, los terneros consumen el suplemento (creep feeding) o el forraje de mayor calidad (creep grazin), en forma independiente de sus madres, y eso tiene un alto impacto en el crecimiento y desarrollo de los terneros y en los aspectos reproductivos de sus madres.

Creep-feeding
El creep feeding es la suplementación diferencial del ternero al pie de la madre, donde el ternero además de consumir la leche materna y el forraje del potrero junto con su madre, recibe algún tipo de concentrado energético y/o proteico, especial, para su mejor crecimiento y desarrollo.

Gracias a esta práctica se pueden mejorar las ganancias diarias de peso de los temeros, especialmente en aquellas zonas o épocas del año en que los pastos naturales o pasturas no presentan la calidad y/o disponibilidad suficiente como para mantener altas ganancias de peso al pie de la madre.

Entre las ventajas que se obtiene se destacan:
Destetar terneros más pesados, aún con forrajes frescos de baja calidad.
Destetar terneras con un mayor desarrollo que les permite llegar sin dificultades a un entore precoz a los 15 meses.
Mejorar el estado corporal de las vaquillonas de primer parto (primíparas), cuyos requerimientos nutricionales son altos. De esa forma, pueden volver a tener "celos fértiles", entre 30-45 días posparto o antes, y quedar nuevamente preñada.
Aumentar la carga animal sin que disminuya la preñez ni el peso al destete.
Realizar un destete anticipado, a los 4 meses de edad o 110 a 120 kg/ternero, y lograr pesos similares a los destetes tradicionales con 6 meses de nacidos.
Las vacas mejoran su estado corporal y peso vivo (25-40 kg). Esto es muy importante para las vacas descarte que crían el último ternero (CUT) o cuando las condiciones climáticas y forrajeras son difíciles en el otoño-invierno.
Para hacer un correcto creep feeding se debe usar concentrados de alta calidad (energía entre 2,7 a 2,8 Mcal de energía metabolizable/kg MS y proteína entre 17 a 18%) y fibra y agua de buena calidad, a libre disposición, "dentro o fuera" del corral. Entre las posibles raciones que se pueden usar, se destacan: a)pellet (harinas) o extrusado (torta) de soja: 55% + grano de cereal: 45%, b)pellet o extrusado de girasol: 60% + grano de cereal: 40% c)pellet de algodón: 50% + grano de cereal: 50%, etc.

Creep grazing
El creep grazing permite a los terneros pastorear áreas a las cuales sus madres no pueden acceder al mismo tiempo. El propósito de esta práctica es maximizar el consumo de materia seca digestible por parte de los terneros, permitiéndoles el acceso a mayor cantidad y calidad de forraje del que está disponible para sus madres.

Comparado con el creep feeding, el creep grazing reduce los costos de crianza, porque busca aprovechar la mayor calidad del pasto (por selección) por parte del ternero "antes" que pastoreen sus madres, sin necesidad de agregar un suplemento o concentrado. Además, el creep grazing aumenta los pesos de destete, porque a los nutrientes propios de la leche se suman los derivados del forraje de mayor calidad.

Cuando los terneros y sus madres pastorean juntos, los terneros son incapaces de competir con sus madres por el forraje (efecto de dominancia), especialmente, cuando el mismo es limitante (cantidad y/o calidad). Gracias al Creep grazing los terneros pueden "elegir" el forraje de mejor calidad (pastoreo "selectivo") y eso se traduce en mayor desarrollo, mejorando, significativamente, la ganancia de peso al destete y el estado corporal general. Cuando el creep grazing está acompañado por un aumento de la carga animal se incrementa la producción de carne por hectárea.

Estas dos últimas prácticas junto con la del destete precoz permiten mejorar los sistemas de cría vacuna, tanto los índices reproductivos como el estado general de los terneros, en especial en zonas con problemas de clima y suelo.



Fuente: Aníbal Fernández Mayer







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