Suelos: Córdoba suma un nuevo mapa digital para chequear cómo están de salud

Wlliam Thomson, más conocido como lord Kelvin, fue un físico y matemático británico que realizó sus estudios durante el siglo 19 y que acuñó una frase que todo investigador tiene grabada en su memoria: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.


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Suelos: Córdoba suma un nuevo mapa digital para chequear cómo están de salud


Para el director del Centro Regional Córdoba del Inta, Juan Cruz Molina, se aplica a la perfección a una innovación tecnológica que se sumó en los últimos días para el campo provincial: el primer mapa de materia orgánica del suelo (MOS) lanzado por Infraestructura de Datos Espaciales Córdoba (Idecor).

Es una herramienta digital que, con los datos de más de 3.200 muestras de suelos y de otras variables, permite conocer los niveles de materia orgánica en el horizonte superficial para una resolución de apenas 25 hectáreas (celdas de 500 metros por lado).Más allá de las ventajas que ofrece contar con este tipo de información para definir políticas públicas de manejo y conservación de suelos, para Molina también tiene aplicación práctica a campo.

“Saber cuánta materia orgánica tengo en los suelos es un indicador que puedo utilizar en mi estrategia técnica y empresarial. En base a análisis de laboratorio, me puedo comparar con mis pares: si mis suelos franco limosos tienen, por ejemplo, un 2,5 por ciento de MOS, y en la zona los buenos campos andan en 3,5 por ciento, entonces tengo un claro indicador de que debo levantar mis niveles de materia orgánica y de carbono”, resume Molina.

Incluso, también puede servir para evaluar qué campo alquilar o no y qué estrategia productiva seguir: por ejemplo, cuán necesario es incrementar las rotaciones o fortalecer la fertilización. “La MOS es la ‘madre’ de la fertilidad y la calidad de los suelos. Significa mayor diversidad biológica, mejor infiltración. En definitiva, mejores cultivos, con mayores rindes. Son datos muy importantes”, destaca el director del Inta.

Valores

En Córdoba, el mapa muestra un valor promedio provincial de 2,35 por ciento; es decir, que por cada 100 kilos de suelo, hay 2,35 kilos de materia orgánica. A nivel regional, los valores más bajos (menos de 0,6 por ciento) se ubican en las zonas de sierras con cobertura predominante de rocas. En cambio, los piedemontes muestran los valores más altos (más de cuatro por ciento).

En lo que respecta a las regiones donde predomina la agricultura, la proporción de MOS va del uno por ciento al 1,4 por ciento en el sudoeste; y del 2,4 por ciento al tres por ciento en el centro-norte, noreste y sudeste.

 

RELEVAMIENTO. El punto de partida para la elaboración del mapa fueron más de 3.200 muestras de suelos. (LA VOZ/Archivo)

Para el director de Conservación de Suelos y Manejo de Aguas del Ministerio de Agricultura de Córdoba, Eugenio Fernández, lo importante es partir de esta “foto” para luego evaluar cómo varían los contenidos de MOS a lo largo del tiempo, en función de los manejos agronómicos.

“Si veo que en cierta zona los niveles van disminuyendo, se puede inferir que falta reposición de nutrientes. Estos mapas pueden ser un sostén estadístico para impulsar, por ejemplo, una ley de fertilizantes”, afirma Fernández.

Según el funcionario, la idea es que los laboratorios de suelos que funcionan en la provincia se comprometan a brindar información de los análisis, de manera geoposicionada y automática, para así contar con una base de datos que permita actualizar el mapa de manera frecuente y poder tener un monitoreo permanente de la fertilidad de los suelos.

 

ESCALA. El mapa desarrollado por el Idecor y el Conicet permite conocer el porcentaje de materia orgánica en cuadrículas de hasta 500 metros por lado. (LA VOZ/Archivo)

También se utiliza la información que cargan los productores al participar del programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA).

“Con un buen flujo de datos y los sistemas de procesamiento que hay disponibles, es posible contar con un buen informe actualizado cada dos o tres años”, proyecta Fernández.



Fuente: AgroVoz







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