Escenario inédito: EE.UU. está a un paso de quedarse sin soja cuando faltan más de siete meses para el ingreso de la nueva cosecha

Los precios de la soja en EE.UU. no tienen techo: el Departamento de Agricultura de esa nación (USDA por sus siglas en inglés) acaba de informar que al 28 de enero pasado ya se había comprometido la comercialización del 97% del saldo exportable previsto de la oleaginosa.


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Escenario inédito: EE.UU. está a un paso de quedarse sin soja cuando faltan más de siete meses para el ingreso de la nueva cosecha


Y ese volumen récord comercializado no es producto de una restricción de oferta, dado que la oferta exportable de soja estadounidense en el presente ciclo 2020/21 es de 60,6 millones de toneladas versus un promedio anual de 51,4 millones en el último lustro.

La causa de ese fenómeno atípico es una extraordinaria importación de soja –entre muchos otros granos y alimentos– por parte de China, que en los últimos meses se encuentra acumulando grandes existencias de reservas alimenticias con fines no del todo claros (¿un conflicto o desastre a escala global?).

El dato es que la próxima cosecha estadounidense ingresará recién a fines de septiembre próximo, con lo cual es muy probable que más temprano que tarde EE.UU. se transforme en un importante comprador de soja, lo que implica que los valores internos del poroto en esa nación pasarían a calcularse en función de la paridad de importación.

Es decir: el sistema de formación de precios de la soja en EE.UU. dejaría en algún momento de estructurarse en función de los valores de exportación (FOB) para ser reemplazados temporariamente –hasta el ingreso de la nueva cosecha– por los valores de paridad de importación. En otras palabras: hay “boom” alcista para rato.

En el mercado de cereales, en cambio, hoy apareció un factor bajista: el gobierno de la Federación Rusa anunció que a partir del próximo 2 de junio implementará derechos de exportación, por medio de una fórmula variable, para las ventas externas de trigo, maíz y cebada.

En lo inmediato esa decisión promoverá ventas masivas de esos cereales, dado que los productores rusos con grano en su poder intentarán comercializarlos antes de la aplicación del nuevo impuesto.

Pero para el ciclo 2021/22 se trata de un factor alcista porque la “retención variable” aplicada por el gobierno ruso desestimulará la siembra y la inversión tecnológica en los tres cultivos para muy probablemente reducir la oferta prevista para el año que viene.

 



Fuente: Ambito







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