CULTIVOS DE SERVICIO EN EL NEA

Presentamos a continuación la entrevista realizada a la Ingeniera Agrónoma María Elena Castelán del Instituto Agrotécnico; quien se referirá a la importancia que tienen los cultivos de servicio que han sido promovidos principalmente como una práctica de conservación de suelo pero que además proporcionan una amplia gama de beneficios. FUENTE: Entrevista realizada a la Ingeniera Agrónoma María Elena Castelán por la Ingeniera Agrónoma Natalia Ambroggio. Fotos: IAGRO-FCA-UNNE.


amanecer rural
 Avena bobis.


¿A qué se llaman cultivos de servicios? ¿Qué bondades tienen?
“Los cultivos de servicio son aquellos que se hacen en el período llamado barbecho, entre dos cultivos de renta, es decir que se van a cosechar. Se hace este tipo de cultivo para protección del suelo pero tienen otros beneficios como ser la conservación de la humedad del suelo, también se disminuyen las malezas. Si se incluyen las leguminosas se incorpora nitrógeno al suelo, esto hace que disminuyan las fertilizaciones nitrogenadas a los cultivos que siguen en la rotación. Otro beneficio de los cultivos de servicio tienen que ver con el control de plagas y malezas. Además, se aumenta la biodiversidad y se contribuye al secuestro de carbono en el suelo. Entonces, manteniendo buenos niveles de nitrógeno y carbono para el cultivo posterior se obtendrá mayor rendimiento. Con todo esto se mejora la sustentabilidad del sistema productivo”, indicó María Elena Castelán.

 ¿Cuáles se utilizan en el NEA? ¿Qué características presentan cada uno de ellos?
La ingeniera contestó que: “en el Chaco entre las especies más comunes que se utilizan como cultivo de servicio está la Avena que es una gramínea de ciclo invernal y es anual, ésta se puede sembrar junto con leguminosas por ejemplo Vicia, Vicia sativa o Vicia strigosa o Melilotus alba. Las leguminosas tienen la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y luego transferirlo al suelo.
El Melilotus es una especie largamente conocida, cuyo uso siempre fue promovido por el Instituto Agrotécnico desde sus inicios en 1960, ya que tiene la capacidad de atravesar con su raíz pivotante las capas endurecidas de suelo que se forman por el paso de las herramientas.
Es decir que este tipo de cultivos y su inclusión en las rotaciones, es conocido desde hace mucho tiempo y hoy se lo busca para lograr la conservación no solo del suelo sino del ambiente en general.
 
Melilotus en flor.

Desde el Instituto Agrotécnico se está realizando algún ensayo o se va a realizar? Sobre el ensayo: ¿dónde? ¿qué especies y que se espera medir?
“Actualmente desde el Instituto Agrotécnico se están realizando ensayos de cultivos de cobertura donde incluimos no sólo las evaluaciones biológicas de suelo sino también las evaluaciones físicas y químicas. También se medirá el aporte de estos cultivos como forraje. Entonces, vamos a evaluar el rendimiento, la calidad forrajera así como los beneficios para el suelo y posteriormente para un cultivo sucesivo. Existen ya, otros trabajos realizados en donde se utilizan este tipo de cultivos y su impacto en la horticultura.
La Ingeniera Castelán destacó lo siguiente: ”podemos decir que los cultivos de servicio han sido promovidos principalmente como una práctica de conservación de suelo pero que además proporcionan una amplia gama de beneficios que incluyen la supresión de malezas o su disminución, el secuestro de carbono, el aprovisionamiento de nitrógeno y el aumento del potencial de colonización de hongos micorrícicos que contribuyen a la mejora y a la conservación del suelo tanto en sus condiciones biológicas como físico químicas, tan importantes para la conservación del ambiente”.
 
Mostrando nodulación.

 SIEMBRA Y UTILIZACIÓN DE CULTIVOS DE SERVICIO
¿Qué tareas hay que realizar para la implantación de los cultivos de servicio y cuándo?
“Para los cultivos de servicio, la preparación del suelo depende justamente del cultivo previo del lote donde se va a sembrar. Generalmente si viene de siembra directa eso tiene un rastrojo del cultivo anterior y se continúa con la siembra directa de este cultivo nuevo. Caso de no ser así, se inicia con un lote donde no hubo un cultivo previo, también tenemos la posibilidad de arrancar con una siembra directa o bien una preparación de suelo convencional en donde se hacen una pasadas de rastra hasta obtener una cama de siembra tal que se pueda incorporar la semilla en un suelo suficientemente parejo.
Generalmente las siembras de este tipo de cultivos, avena, melilotus, vicia, se hacen en otoño desde fines de febrero y podría ser inclusive hasta mayo, si las condiciones climáticas acompañan, esto quiere decir que haya suficiente humedad en el suelo principalmente”.

¿Cómo preparar el suelo para sembrar la avena? ¿Cuántas semillas por has?
“Lo primero que uno tiene que decidir es si va a hacer la siembra de una sola especie o va a sembrar una mezcla de gramíneas y leguminosas. Entonces, de acuerdo a eso, se determina cuántos kilogramos de semilla por hectárea sembrará para cada especie. Por ejemplo, si uno quiere sembrar avena solamente. Para la siembra de Avena strigosa se utilizan entre 60 y 80 kg de semilla por hectárea y eso también va a depender de la calidad de las semillas, es decir del poder germinativo que tenga esta semilla, también de la manera que uno va a sembrar, si lo va a sembrar al voleo o con alguna maquinaria. Es decir, en la medida que sea menos precisa la siembra hay que incrementar los kilos de semillas que se distribuyen por hectárea”.

¿Cuándo se siembra la leguminosa? ¿Cómo? ¿cuántas semillas por hectáreas?
“Si uno decide que va a hacer una mezcla de gramíneas y leguminosas se siembra un porcentaje de esa cantidad de semillas de cada especie. Por ejemplo, si la avena va sola serían 80 kilos por hectárea, si se mezcla con una leguminosa, se podría agregar 35 a 40 kilos de avena y se completa con lo que corresponda a la leguminosa. Si la mezcla es con melilotus por ejemplo, se agregan 5 a 6 kg de éste por Hectárea. Cuando el melilotus se siembra solo se usan 15 kg de semilla por hectárea. De esta forma se distribuyen las semillas de avena y melilotus para hacer una consociación de gramínea y leguminosa en una proporción que corresponde al 50% de densidad de siembra para cada especie.
Lo que hace falta saber para incorporar o no la leguminosa es que el suelo debe tener cierto contenido mínimo de fósforo porque de otra manera no va a tener un buen rendimiento. Si nunca se sembró una leguminosa en ese lote, sería necesario hacer un análisis de suelo y determinar el contenido de fósforo para decidir si se puede hacer o no esa especie.
El contenido de fósforo necesario para estas especies (melilotus, vicia) debe ser superior a 15 partes por millón. A partir de ahí se puede decidir cuál de estas leguminosas incorporar junto a la gramínea. De otra manera sería conveniente hacer solo la gramínea, solo la avena, ya que no requeriría una fertilización fosforada y entonces se abaratan los costos. Se podría hacer una fertilización fosforada para incorporar la leguminosa pero estamos hablando de un costo de cultivo muy elevado”.

¿Qué cantidad de lotes hay que sembrar según categorías y cantidad de cabezas?
“En caso de usar estos cultivos invernales para forraje hay que determinar qué superficie se necesita de acuerdo a la cantidad de animales que queremos alimentar y definir cuánto tiempo vamos a necesitar el forraje, es decir cuántos días, 90 días, 120 días.
También hay que saber el rendimiento estimado de la especie que vamos a sembrar. Con estos datos y el número de animales que vamos a alimentar, sabremos la cantidad de hectáreas a sembrar para cubrir todo ese período.
Lo que también es importante planificar o tener en cuenta previamente, es el manejo del pastoreo que vamos a darle a ese cultivo.
Es importante pensar si vamos a poder dividir el lote en potreros. Si vamos a tener una aguada cerca, de manera tal de establecer cómo vamos a manejar esa pastura. Lo ideal sería subdividir ese lote que sembramos y hacer un pastoreo rotando los animales en esos potreros que dividimos de manera tal de hacer un mejor aprovechamiento de la pastura. Lo que se busca es que el animal coseche la mayor cantidad de forraje posible y darle a la pastura la posibilidad de que tenga un rebrote y pueda dar una segunda y tercera utilización durante el período de crecimiento”.

  ¿Cuáles serían las mejores asociaciones para Corrientes y cuáles para Chaco?
“Es difícil asegurar cuáles son las mejores consociaciones para Chaco y Corrientes. Lo que sí hay que conocer son las condiciones del suelo y a partir de eso definir qué especies implantar. Tener en cuenta ya sea para planteos agrícolas, o planteos ganaderos o mixtos, siempre lo más importante es tener una buena cobertura de suelo. Si lo podemos hacer con estas especies que son de alto valor nutritivo y a la vez aportan nitrógeno y carbono al suelo, es un manejo sustentable y es lo que hay que tener en mente en nuestra planificación al incorporar estas especies al sistema productivo.
Estas especies mencionadas son muy utilizadas por ser de ciclo de crecimiento invernal, que es el momento en que en nuestra zona los pastos están afectados por las heladas entonces son de muy baja calidad o bien no tenemos suficiente forrajes para los animales. Además, tienen una alta calidad nutritiva. La avena, por ser gramínea, aporta materia seca con muy alta digestibilidad y las leguminosas (vicia o melilotus) agregan la parte proteica de la dieta de los animales.
Por eso son muy utilizadas para el pastoreo en esta época y si es combinado con algún tipo de heno o incluso con el campo natural, se logra que los animales ganen peso, cuestión muy importante sobre todo considerando la época del año”.

 ¿Cuándo entran los animales?
“Cuando se siembran este tipo de cultivos, si las condiciones climáticas son buenas, sobre todo si hay una buena humedad de suelo, hay que esperar por lo menos entre 60 y 70 días desde la siembra para iniciar el pastoreo. No sería conveniente adelantar mucho este pastoreo porque no hay suficiente acumulación de materia seca, sobre todo si hablamos de una avena. Entonces es necesario esperar y diría que el mejor indicador es la encañazón o incluso el inicio de la floración de la especie.
Como mencioné anteriormente, es importante planificar el pastoreo para obtener un mejor beneficio de la implantación de estas especies”.

 

 



Fuente:

Este Artculo pertenece a Revista Amanecer Rural. Edicion .








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