La industria de la alimentación pide más acceso al crédito y flexibilidad en tasas de interés

La tasa de referencia aún se encuentra en niveles elevados para incentivar la inversión productiva de la mano del crédito.


amanecer rural

La industria de alimentos y bebidas, que tiene previsto realizar inversiones por más de 5.100 millones de dólares entre 2018 y 2022 reiteró este viernes la necesidad de contar con “financiamiento indispensable”, para motorizar la el cr3ecimeinto del sector, generar más empleo y mayores exportaciones, aseguró la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).
“Para continuar con el proceso de recuperación, la industria de alimentos y bebidas necesita del financiamiento, y la Argentina tiene un déficit de crédito. Por eso necesitamos ampliar el acceso al crédito productivo, un instrumento fundamental para el crecimiento”, dijo el presidente de COPAL, Daniel Funes de Rioja.
En 2017 la IAB se mantuvo estable respecto del año anterior, y el uso de la capacidad instalada alcanzó el 61,2%, un nivel bastante menor al 66,9% de diciembre de 2016. En este contexto, la posibilidad de reactivación del sector depende en el corto plazo de la utilización de la capacidad ociosa que permita mejorar la estructura de costos y producir con mayor eficiencia. Para lograr este objetivo, la movilización de los préstamos al sector privado para el financiamiento de capital de trabajo resulta fundamental.
Asimismo, en el mediano y largo plazo, el desempeño de la industria dependerá de la concreción de las inversiones que se vienen proyectando, cuyos anuncios ascienden a más de 5.100 millones de dólares a ejecutarse entre 2018 y 2022. Dada la lenta reactivación del sector que afectará directamente la capacidad de financiarse con recursos propios, la disponibilidad de crédito a tasas razonables es una condición imprescindible para que se concreten los anuncios de inversión.
En este sentido, la tasa de referencia aún se encuentra en niveles elevados para incentivar la inversión productiva de la mano del crédito.
Fomentar el desarrollo económico requiere de una mayor participación del crédito sobre el PBI: “Nuestro país presenta un bajo nivel de penetración del crédito en relación a la media mundial y regional, con un 13% de otorgamiento de créditos al sector privado en relación al PBI. Esta situación se acentúa aún más si se focaliza el análisis en los créditos otorgados al sector Pyme. En la Argentina, menos del 20% se destina a este universo de empresas que movilizan el 76% del empleo a nivel nacional”, asegura la cámara industrial.
Las metas de inflación establecidas por el gobierno tienen en parte intención de contribuir a la mayor disponibilidad. Sin embargo, resulta imperioso revisar y flexibilizar ciertas exigencias de las entidades financieras para el acceso al crédito que encuentran su basamento con el cumplimiento de las normas de Basilea y que limitan significativamente el acceso al crédito.
En este sentido, existen otras medidas de política que pueden colaborar a mejorar los requisitos para el acceso: incorporación de garantías no tradicionales, generación de bases únicas de datos para consulta y calificación de riesgo crediticio, entre otros.
Asimismo, debería profundizarse el desarrollo de instrumentos alternativos de financiación como ser warrants, factoring, etc., y trabajar en pos de mejorar los tiempos de monetización.
Por otra parte, el crédito debería ser más accesible para las economías regionales, a tasas competitivas, más aún cuando uno de los principales objetivos del Estado nacional es incrementar la participación de nuestro país en los mercados internacionales.
En este sentido, una experiencia exitosa de estímulo al crédito Pyme lo compone la Línea de Créditos para la Inversión Productiva que, por normativa del Banco Central de la República Argentina (BCRA) destinaba 18% de los depósitos bancarios para dicho fin.
Asimismo, se establecía que el 75% de los fondos deben destinarse a las Pymes. A través de este instrumento, se otorgaron casi 279 mil millones de pesos en el año 2016, y 416 mil millones de pesos en el año 2017.
Otra experiencia que tuvo gran demanda por parte del sector privado son los Regímenes de Bonificación de Tasas, impulsados por el Ministerio de Producción. Bajo este instrumento, en 2017 se otorgaron créditos por 4 mil millones de pesos a más de 1.400 empresas, siendo más de la mitad de los mismos destinados a empresas industriales.
Por medio de la comunicación 6.352 el BCRA determina la eliminación de forma gradual de la Línea de Financiamiento para la Producción y la Inclusión Financiera (LFPIF) (anteriormente Línea de Créditos para la Inversión Productiva – LCIP), disminuyendo los porcentajes sobre depósitos obligatorios a otorgar mensualmente desde enero del 2018 hasta alcanzar el 0% en diciembre de este año.
Sin dudas, la eliminación de esta línea de financiamiento generará un deterioro en el financiamiento de las PyMEs, dado que el 90% de los créditos utilizados por este segmento de empresas se canalizaba a través de la LFPIF, debido a las ventajas comparativas de sus tasas respecto a otros instrumentos (entre el 17% y 22% dependiendo del destino).
La banca pública, los programas de bonificación de tasas financiados por el poder ejecutivo, así como otros programas de asistencia financiera y técnica, son determinantes para bajar el costo financiero de las Pymes, y fomentar el crecimiento de nuestra industria de la alimentación.
Por otra parte, COPAL entiende importante que las Provincias se adecuen a lo pautado en el Consenso Fiscal firmado con el Gobierno Nacional, particularmente en lo referido al impuesto sobre los ingresos brutos. Esto contribuirá significativamente en la mejora de la competitividad de la IAB, y, especialmente, en las economías regionales.



Fuente: Nap







Noticias Relacionadas