PAUTAS PARA EL MANEJO DE PASTURAS SUBTROPICALES. Parte 1

La ganadería de nuestro país que es básicamente pastoril, se asienta en una serie de recursos forrajeros como pasturas perennes, verdeos, rastrojos, pastizales naturales, etc., cuya combinación en cada campo en distintas proporciones determina una “cadena forrajera”.


amanecer rural

Evidentemente el primer paso para lograr una alta producción ganadera es procurar producir la máxima cantidad de forraje posible, por lo que el ganadero debe ser en primera instancia un buen productor de pasto. Pero esto no es suficiente, ya que la respuesta productiva de un determinado sistema ganadero va a depender, no sólo de cual sea su base forrajera sino de cómo sea utilizado el forraje producido y transformado en producto animal.
Existe una fuerte interdependencia entre el suelo, las pasturas y los animales, que determina la complejidad que presentan los sistemas ganaderos. Decimos que la ganadería es compleja porque son muchos los factores que intervienen en el resultado de su productividad, muchas veces difíciles de evaluar. Además los tiempos para determinar las respuestas ante cambios que se introduzcan son prolongados y son complicadas de medir. La ganadería requiere de mayores insumos intelectuales para programar y manejar el sistema, requiriendo de tomas de decisiones permanentes para adecuar la oferta forrajera a las necesidades del rodeo. Este aspecto es de fundamental importancia porque es el que va a determinar la eficiencia con la cual se utilice el forraje producido. Esta eficiencia significa los kg. de forraje consumido y transformado en carne por kg. de forraje producido. Cuando observamos pasturas sobremaduradas y con acumulación de material muerto, es que se ha perdido la posibilidad de consumir un forraje producido y que en su momento fue de buena calidad. Cuando vemos lotes sin la disponibilidad de forraje suficiente para cubrir las necesidades de mantenimiento de los animales, se esta perdiendo carne producida anteriormente.
Existe una serie de relaciones entre la pastura y los animales, que es necesario analizar en detalle para poder formar los criterios a tener en cuenta en cada decisión en cuanto a la utilización de las pasturas. En esto no hay recetas, se necesita manejar conceptos para que se pueda ir ajustando el sistema sobre bases firmes.
Para comenzar a analizar los factores que intervienen en las relaciones pastura-animal, convienen tratar por separado aquellas características de la pastura que afectan al animal, y por otro lado los efectos que los animales realizan sobre las pasturas. Evidentemente entre ambas hay una interdependencia que determinará la respuesta en producción y utilización del forraje, que es necesario integrar y que fundamentalmente se deberá hacer ante cada caso particular.
Una pastura ofrece una cierta cantidad de forraje y con una cierta calidad. Esto no es estático sino que se va modificando dia a dia. A medida que la pastura avanza en su ciclo de crecimiento, aumenta la cantidad de forraje a una determinada tasa de crecimiento en kg. de materia seca/ha. día, pero al aumentar su grado de madurez, disminuye su calidad. Esta disminución de calidad se refiere principalmente a una reducción de la digestibilidad y el contenido de proteína bruta y un incremento del contenido de fibra. Las mayores tasas de producción están asociadas al estado reproductivo, cuando se forman los tallos, que a su vez es el momento en que comienza a declinar en mayor medida la calidad de la pastura. En este sentido se presenta aquí una diferencia importante entre las especies templadas y las subtropicales ya que las primeras tienen un período vegetativo bien definido y prolongado, mientras que las subtropicales presentan un corto período de rebrote y rápidamente y en forma continua, comienzan a formar los tallos. Este funcionamiento general de una pastura, será modificado por el pastoreo que se le imponga en cuanto a momento de utilización y carga animal. A su vez esta decisión es la que determinará la posible respuesta animal al definir las características del alimento ofrecido.

CARACTERÍSTICAS DE LA PASTURA 
QUE AFECTAN LA RESPUESTA ANIMAL

Las características de las pasturas que determinan la respuesta al animal son:
a) la cantidad de forraje disponible.
b) la calidad de la oferta forrajera.
c) la estructura o distribución espacial de los componentes de la pastura.
Estas tres características de las pasturas, definirán el Consumo de Materia Seca Digestible que se relaciona en forma directa con la ganancia de peso del animal. Este valor sintetiza los dos componentes principales de la respuesta animal, que son su Consumo de Materia Seca y la Digestibilidad del forraje consumido. Es necesario destacar aquí que esta cantidad y calidad de la dieta cosechada por los animales, es la resultante de un comportamiento ingestivo selectivo por parte del animal. Esto quiere decir, en primer lugar, que los animales buscan y seleccionan el alimento de mayor valor nutritivo. En la medida que la pastura se lo permita, seleccionaran hojas en lugar de tallos y material verde rechazando el seco. Esto hace que en general, la dieta cosechada sea de mayor calidad que el forraje total disponible y este comportamiento selectivo pueda ser una herramienta de manejo para optimizar la producción ganadera. En segundo lugar, el comportamiento ingestivo, se refiere a la forma en que el animal consume el forraje y esta determinado por la cantidad de bocados que da por dia y el tamaño de los bocados. El primer factor puede variar en cierto rango, pero tiene un límite, un techo que animal no puede superar. Pero el tamaño de cada bocado, o sea la cantidad de pasto que levanta en cada bocado, puede ser muy variable y es el factor principal que define el consumo en pastoreo. Es necesario considerar entonces la distribución de las fracciones seleccionadas por los animales, su accesibilidad y densidad, para ver como están afectando al tamaño de bocados y por ende el consumo de forraje.

CARACTERÍSTICAS DE LA PASTURA QUE SON AFECTADAS POR LOS ANIMALES
Por otra parte, como decía anteriormente, se deben analizar los efectos que tiene la acción de defoliación de los animales sobre la pastura. El momento, la intensidad y frecuencia del pastoreo, afectará a la pastura en su capacidad de rebrote, su potencial de producción y su persistencia.
Para realizar este análisis, hay que considerar como la unidad funcional básica de una pastura a cada brote (macollo, en el caso de gramíneas) ya que es cada uno de ellos el que produce las hojas, forma las yemas para nuevos brotes, forma las raíces, se convierte en tallos y es el mecanismo de persistencia de una pastura. La potencialidad de producción de una pastura está determinada en primera instancia por la cantidad de macollos que pueda desarrollar y luego por el peso que alcance cada uno de ellos. Para poder maximizar estas variables se requiere de hojas que capten la luz solar, de temperatura y luz que estimule las yemas basales para producir nuevos macollos y de la absorción de agua y nutrientes. Mediante el pastoreo, se modifican estos elementos fundamentales para la producción, que los podemos resumir en:
a) cantidad de brotes o macollos en condiciones de producir (densidad de macollos vegetativos).
b) cantidad de hojas que reciban la luz solar (índice de área foliar).
c) llegada de luz y temperatura a las yemas basales (estructura).
d) reservas de la planta y desarrollo de raíces (hidratos de carbono de reserva y capacidad de absorción de agua y nutrientes).
Todos estos aspectos son modificables por el pastoreo según la forma de uso de la pastura que se realice y definirán por un lado la respuesta de la misma en producción, calidad y persistencia. Por otro lado, definirá la respuesta animal y por lo tanto la eficiencia total del sistema suelo-planta-animal.
La clave para maximizar la eficiencia en la producción y utilización de las pasturas (recordemos que eficiencia es rentabilidad) la tiene quien decide permanentemente sobre los momentos de pastoreo de cada lote, la carga animal, el tiempo de utilización, sacar o poner animales, el sistema de pastoreo, etc. En la medida que se manejen objetivos y criterios claros, el resultado será el óptimo.
El principal objetivo del manejo de las pasturas debe ser el de cubrir adecuadamente los requerimientos nutricionales de los animales.
Los aspectos que hay que contemplar para cumplir con ese objetivo son los siguientes:
1. Cadena Forrajera
2. Manejo de las pasturas
3. Suplementación estratégica

 

DEFINICIÓN DE LA CADENA FORRAJERA
Las características generales de la adaptación, producción y calidad de las pasturas subtropicales en comparación con las templadas (que se presentan en el Cuadro 1), nos determinan las principales limitantes a resolver: un período de producción de pasto restringido básicamente al verano con una calidad mediana durante su ciclo de producción y baja en el invierno.
Sin embargo, se cuenta con varias especies y cultivares de estas forrajeras, que presentan diferencias importantes en sus características adaptativas, productivas y de calidad, que nos permiten realizar distintas combinaciones de las mismas, de manera de aproximarnos al objetivo propuesto.
Si consideramos a grandes rasgos las características de las principales pasturas difundidas como Grama Rhodes y Gatton Panic, veremos que la primera se adapta mejor a ser utilizada como diferida y la segunda a su uso durante el verano cuando produce abundante forraje de calidad. Con estas dos especies, se presentan baches como el inicio del rebrote primaveral, demasiado condicionado por las lluvias y la rápida pérdida de calidad de estas pasturas en otoño e invierno.
Estos aspectos se pueden resolver de alguna manera, con la incorporación de otras especies subtropicales como Buffel Grass (Cenchrus ciliaris) algunos de cuyos cultivares altos rebrotan más temprano en la primavera aún sin lluvias. Además su alta resistencia a la sequía, le confiere gran estabilidad y seguridad al sistema. Otras especies importantes son Panicum coloratum y Digitaria eriantha las que presentan una mayor resistencia al frío lo que hace que, además de rebrotar temprano, continúen creciendo en otoño y mantengan material verde en invierno, mejorando la calidad del forraje disponible en estas épocas críticas.
Panicum maximun (Gatton Panic) comienza a rebrotar más tarde que las otras y concentra su producción en el verano con una tasa de crecimiento muy alta que luego decae a partir de marzo. Estos ritmos de crecimiento tienen además una directa implicancia sobre la disponibilidad de forraje de calidad ya que altas tasas de crecimiento están asociadas al encañamiento de las pasturas y las bajas tasas en épocas críticas aseguran la calidad durante las mismas.
 



Fuente: Ing Marcelo de León, especialista del INTA Manfredi

Este Artculo pertenece a Revista Amanecer Rural. Edicion .








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