TERNEROS: OBSERVARY NO SOLO MIRAR

Seguir el comportamiento del ternero en la crianza resulta clave para detectar problemas a tiempo y poder actuar en consecuencia. Es necesario darle condiciones para que exprese su potencial genético.


amanecer rural

Los animales se comunican entre sí, naturalmente, de diferentes maneras: con sonidos, por medio de movimientos o la falta de ellos, y es esa comunicación la que les permite generar vínculos

que desde pequeños los ayudan a conseguir alimento y protección, asegurando su propia

supervivencia.

Por otro lado, la constante modificación en los sistemas de producción hace que las condiciones

naturales se vean continuamente alteradas y es la intensificación en la producción animal

la causa más importante de modificación de su medioambiente natural.

Esas alteraciones en el hábitat generan tensiones, estrés y cambios de conducta, tanto frente

a sus propios compañeros como hacia nosotros mismos; observar el comportamiento diario de

los animales se torna fundamental para detectar problemas a tiempo y poder así actuar en consecuencia.

Es interesante prestar mucha atención a esas expresiones animales porque es el modo de decir que algo no está bien, que no están cómodos, que están alteradas las condiciones normales para expresar su potencial genético.

Estas manifestaciones pueden ser individuales o grupales, evidenciando enfermedades, maltrato

o miedo.

 

Comportamiento del ternero al pie de la vaca: Una vez terminado el parto, la vaca se levanta

y comienza el lamido de su cría. Esta acción tiene como objetivo estimular al ternero en su

nueva forma de vida (fin de la vida intrauterina), ayuda a secarlo y favorece la circulación

de sangre para que el ternero entre en calor.

A los pocos minutos, la cría (normal) ya tiene intenciones de pararse. Cuando lo logra, instintivamente busca la ubre para alimentarse.

Luego, y en la primera semana, la vida del pequeño animal transcurre, básicamente, en dos

actividades durante el día: alimentarse mamando alrededor de unas 5/ 6 veces y permanecer

echado (como ocultándose) o acompañando a su madre en traslados cortos.

 

Comportamiento del ternero en un sistema de crianza artificial: De manera que, independientemente del sistema de crianza que se realice, se están modificando totalmente las condiciones. El animal pasa de una forma de vida en donde se alimenta varias veces al día, está prácticamente siempre echado y oculto (de los depredadores naturales), a condiciones de total exposición, a veces con movilidad limitada, no puede elegir “su lugar”, no siempre se alimenta cuando lo desea y no tiene la protección de su madre.

Estas condiciones de producción (alojamiento, alimentación, trato) hacen que el ternero se

 encuentre en una situación de estrés casi permanente que lo “obligan” a tener que adaptarse

rápidamente. En estas circunstancias, el productor es responsable de ofrecerle, dentro del

sistema de producción establecido, las mejores condiciones para lograr el estado de “confort”

que el ternero requiere para lograr una crianza exitosa.

 

El comportamiento del ternero… ¿qué dice? Una veloz observación del comportamiento

de los terneros indica, en primer lugar, si las condiciones son adecuadas o existe algún factor

de estrés que esté afectando la crianza. Hacer una lectura ayuda a determinar rápidamente

las situaciones que debemos modificar.

A continuación, se presentan algunos ejemplos que pueden servir de guía al momento de observar

un sistema de crianza.

 

- Animales temerosos o inquietos: Muchas veces, la sola presencia de perros (sobre todo de gran porte) hace que el ternero se encuentre nervioso o inquieto. Esta razón es porque socialmente el perro es un animal de caza y el ternero busca defenderse de una posible agresión. También, en algunas ocasiones, esta situación se da con el maltrato que reciben los terneros a diario por parte del responsable de su crianza (golpes, desenrollarlos a los tirones, gritos, etc.).

 

- Terneros deprimidos: Una cría sana y bien alimentada, ante cualquier estímulo (la llegada de varias personas juntas o desconocidas, acercarse con vehículos extraños para ellos), se levanta

rápidamente. Cuando el ternero demora en incorporarse o no presta atención ante la presencia del hombre, seguramente tiene algún proceso en marcha que deprime su capacidad de respuesta (diarrea, estrés calórico, estrés por frío, enfermedad).

 

- Animales mansos: Hay establecimientos en donde la mansedumbre es de tal magnitud, que

los terneros se acercan y reciben al hombre; incluso esta mansedumbre se traslada al animal adulto. Estas situaciones, ante pequeños cambios de conducta, permiten detectar problemas

de salud en forma inmediata.

 

- Cría con sed: Es muy común el suministro de agua a una hora determinada del día, pero

al acercarnos vemos que están sedientos. Esto nos está diciendo que necesitan agua extra (ya

sea por el consumo de alimento seco o por la temperatura del día); interpretar estas manifestaciones hacen que el suministro de agua no siempre se tiene que ajustar a un esquema, sino adecuarlo según las propias necesidades del ternero.

 

- Mayoría de terneros balando o inquietos: Por lo general, son expresiones de hambre;

puede ser por cambios en el horario de alimentación, falta de alimento balanceado, falta de

agua, etc.

 

- Mayoría de terneros echados: Puede ser por estrés, por frío, procesos generalizados de enfermedades (diarreas, neumonías, etc.)

 

- Terneros echados y “enroscados”: En los casos extremos de estrés por frío, el ternero busca

generar calor a través de temblores y disminuir su pérdida al echarse acurrucado.

 

- Terneros estirados en el suelo o jadeando: Son situaciones de estrés por calor, con una

frecuencia respiratoria muy alta, respiración incluso abdominal.

Como en todo sistema de producción, la “prevención” es el pilar fundamental para lograr los

objetivos de manera eficiente; “siempre es más barato prevenir que curar”.

 

CRIANZA INDIVIDUAL

VERSUS COLECTIVA

En los sistemas de crianza realizados en estaca o jaula, la simple observación del comportamiento ya indica si los terneros se encuentran en condiciones de confort. Se verán terneros echados,

otros que “juegan” o “corren” alrededor de la estaca y la mayoría que ante pequeños estímulos prestan atención (cabeza levantada, orejas erectas) o se levantan. Por su parte, en los sistemas

colectivos, además, existen manifestaciones de socialización entre los terneros.

De esta manera, en el corral, deberíamos observar un grupo que come o toma agua, otro que está echado, algunos deambulan por el encierre, juegan entre sí o se disputan la comida.



Fuente: IPCVA

Este Artculo pertenece a Revista Amanecer Rural. Edicion .








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