BARBECHOS DESPUES DE LOS EXCESOS HIDRICOS

Es importante saber cómo proceder ante los cambios en el funcionamiento de suelo que se avecinan como consecuencia los excesos hídricos ocurrido durante casi medio año en la provincia del Chaco


amanecer rural

Un suelo que funciona en equilibrio goza de una buena fertilidad física, química y biológica, esto quiere decir que, el suelo está bien agregado, estructurado, y posibilita un espacio poroso adecuado para almacenar agua y también oxígeno que son demandados por las raíces y la vida presente en el mismo. Cuando ocurren eventualidades como inundaciones, las condiciones de suelo cambian drásticamente y esto tienen consecuencias en el funcionamiento del suelo y por consecuencia la producción de cultivos y pasturas.
Es recomendable utilizar especies de gramíneas que se adapten a la zona, como ser centeno, avena, triticale, trigo, o especies de leguminosas como Melilotus y vicia, o consociados. El manejo estará sujeto a cada especie empleada y el cultivo de verano a sembrar. Una consideración a criterio general seria ocupar el suelo la mayor parte de tiempo posible y luego se debe cortar el ciclo del cultivo al momento en que alcanza su máxima producción de materia seca (MS), que ocurre próximo a floración, evitando que siga consumiendo agua y nutrientes, y procurando recargar el perfil durante los meses de noviembre y diciembre.
En caso de considerar la altura de napa freática alta por tiempo prolongado, y se decide sembrar cultivos de cobertura, se podría optar por una especie que pueda consumir el agua del perfil procurando su descenso y así habilitar mayor espesor de perfil para la exploración de raíces.
Los beneficios que aportarán los CS son ayudar a un rápido consumo de agua de los primeros centímetros de suelo si ocurriesen eventos de precipitaciones posteriores, mejorarán la aptitud física del suelo, provocarán cobertura verde que recuperará a mediano plazo la fertilidad química, aportando MO.
Otra alternativa, la cual se puede utilizar en áreas con suelos salinos es la incorporación de residuos de desmote de algodón (“cascarilla”) con la finalidad de incorporar MO al suelo posibilitando el lavado de las sales en superficie; esta práctica podría emplearse en zonas de lotes con “manchones” salinos.
De no existir la posibilidad de realizar este tipo de prácticas por atrasos en la fecha de siembra óptima, napas freáticas muy elevadas, costos operativos altos, suelos muy lavados sin fertilidad, y que requieran de una fertilización para desarrollarse, la alternativa será dejarlos en desuso por un tiempo. Además, en éstos casos si se tiene pensado realizar cultivos de verano se deberá realizar un plan de manejo de malezas.
•Compactación de suelos por maquinaria agrícola: Los efectos del tránsito de la maquinaria sobre el suelo originan sectores compactos con restricciones de desarrollo radical, deficiente aireación y pobre drenaje, generando condiciones de anaerobiosis. Esta compactación altera el volumen y la estructura de los poros del suelo reduciendo el tamaño y el número de macroporos, afectando su forma y continuidad, y modifica el estado de agregación y las interacciones existentes entre las fases sólida, líquida y gaseosa, disminuyendo la conductividad, permeabilidad y difusión del agua y aire, a través del sistema poroso. Así, la compactación afecta las propiedades de transferencia produciendo alteraciones perjudiciales en la dinámica del agua y del aire.
•Consideraciones: Este problema no solo afecta al suelo y al cultivo sino también a la eficiencia de tracción del conjunto tractor-implemento produciendo aumentos del esfuerzo de tiro del tractor y por ende incrementos en el consumo de combustible. Cuando un rodado se desplaza sobre un suelo desnudo produce tensiones muy diferentes a las generadas en uno cubierto por lo tanto se deberá evitar la entrada de maquinaria a lotes con falta de piso, esperando la oportunidad y evitar problemas posteriores.
•Recomendaciones para Barbechos químicos largos: La utilización de herbicidas de acción residual es una práctica que deberá realizarse con extrema precaución ya que los cambios en la constitución física y química del suelo, provocados por el anegamiento prolongado modificarán las respuestas sobre la acción de las malezas como así también sobre la toxicidad que puedan causar sobre los cultivos. Las situaciones de manchones de sales, los bajos naturales de los lotes y las zonas con pendientes pronunciadas tendrán efectos que bajo estas circunstancias son predecibles.
Los cambios de pH de suelo a extremos alcalinos o ácidos afectan la hidrólisis química de los herbicidas, la disminución de MO por lavado del perfil, la baja temperatura de estos meses que preceden al fenómeno los dejará más disponibles para las plantas, el cambio de microorganismos o su ausencia en situaciones de anaerobiosis modificará la descomposición microbiana de algunos herbicidas. En las zonas anegadas el riesgo se incrementa a medida que la descomposición natural se acorta.
Las manifestaciones más severas sobre un cultivo por sobredosis de herbicidas es la falta de plantas logradas con respecto a una zona normal. Para evitar esta situación deberán tenerse especial atención en evitar superposiciones al momento de aplicación de herbicidas. Deberán rotarse los "modos de acción" para minimizar el riesgo de residuos. Además, esta práctica y es una herramienta útil para evitar la aparición de resistencia a herbicidas.
La guía de productos fitosanitarios CASAFE presenta todas las restricciones de rotaciones de cultivos con dosis de aplicación recomendadas para disminuir los riesgos de daños por acumulación ‘’carryover’’.
En los herbicidas conocidos como Sulfonilureas están dos principios activos muy utilizados para estos tratamientos largos: Clorimuron o Metsulfuron duran más en el suelo a pH por encima de 6,5 y se degradan por hidrólisis química (reacción química en el suelo) son herbicidas que se podrán utilizar luego de las cosechas de los cultivos que en éste momento están en pie, aprovechables o no y se tengan condiciones de piso para hacer ambas prácticas.  
En el mismo grupo están las imidazolinonas: imazapir, que duran más en pH bajos y su forma más común de degradación es por metabolismo microbiano en los que por sus características se podrán utilizar teniendo en cuenta las restricciones.
Los mencionados hasta aquí se podrán utilizar en mezclas con herbicida glifosato y 2,4 D y los lotes podrán ser destinados a cultivos de verano como soja y gramíneas.
Si los períodos se retrasan hasta mediados de agosto por todas los factores mencionados, otros grupos de las  Imidazolinonas (imazetapir) y sulfonamidas (diclosulam) son alternativas en mezclas con glifosato y 2, 4 D, con las salvedad de que éste último 2,4 Diclofenoxi Acético  en su forma de éster butílico o sal dimetilamina, herbicidas a base de picloram, 2,4DB, Dicamba y otros de acción hormonal en cualquier concentración aplicado en forma aérea o terrestre están prohibidos en la provincia desde el 1º de agosto al 31 de marzo.

 



Fuente: Ing. Agr Ledda Alejandra; Ing. Agr. Etelvina Gesualdo; Ing. Agr. Rojo Guiñazu Hector; Ing. Agr. Sauer Veronica; Ing. Agr. Elias Brest; Ing. Agr. Ulises Loizaga; Ing. Agr. Oscar Marcon: Ing. Agr. Carlos Simon

Este Artculo pertenece a Revista Amanecer Rural. Edicion .








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