DESTETE PRECOZ EN RODEO DE CRIA

El objetivo fundamental del destete precoz es mejorar los índices de procreos de los rodeos interviniendo en un período crítico que define la producción de terneros del año próximo: la lactancia. Antes de su puesta en práctica, el autor sugiere considerar una serie de aspectos importantes.


amanecer rural

LOS VIENTRES: OBJETIVOS BÁSICOS DEL DESTETE PRECOZ
El objetivo prioritario de estos manejos es mejorar los índices de procreos de los rodeos.
El verdadero impacto de la incorporación de la tecnología del destete precoz se fundamenta en el manejo de los vientres con la posibilidad de realizar una cría eficiente desde el punto de vista reproductivo y de acceder a una verdadera reconversión de un sector históricamente postergado. 
El interesante nivel de adopción de estas técnicas está asociado al conocimiento de los altos requerimientos nutricionales de las vacas en ese estado fisiológico y al mayor o menor impacto producido por los manejos implementados.
Es suficientemente conocido que la interrupción de la lactancia provoca un doble efecto positivo sobre el comportamiento reproductivo posterior de los vientres. Por un lado, el menor drenaje de nutrientes se expresa en una rápida mejora de la condición corporal, alcanzándose altos índices de preñez y menores intervalos entre el parto y la concepción siguiente.
Por otra parte, en el caso de los destetes definitivos o con apartes (adelantados, precoces o temporarios) se anulan los procesos inhibitorios, derivados de la presencia del ternero al pie, que afectan la reanudación temprana de los ciclos estrales en el posparto.

 LA DECISIÓN DE DESTETAR
En general, la adopción de la tecnología convencional ha sido escasa y así lo demuestran los registros de la eficiencia en la producción de terneros del rodeo nacional.
La imposibilidad de superar la barrera del 60% de procreos muestra las dificultades que tiene la cría en los diferentes ambientes en donde se desarrolla la actividad.
En particular, el comportamiento de los vientres bajo las condiciones usuales de manejo representa una seria limitación para alcanzar máximas producciones de terneros.
El doble rol que deben cumplir las vacas, gestar y alimentar por un prolongado tiempo a sus crías, define la ineficiencia de los sistemas. La estacionalidad de la producción, la inestabilidad en la cantidad de terneros ofertados anualmente y la baja eficiencia de la compleja transformación de pasto a producto, conllevan a considerar a los vientres como una inadecuada herramienta de trabajo para quienes fijan objetivos relacionados a maximizar la producción de terneros.
De las técnicas mencionadas, sin dudas, la de mayor impacto es la separación definitiva de los terneros a los dos meses de edad. Esto implica que las vacas bajo este sistema se puedan manejar como secas durante 10 meses pero, a su vez, comienza una invernada diferente, con terneros que pesan alrededor de los 70 kg.
Las primitivas experiencias realizadas en el INTA EEA C. del Uruguay demostraron, ante diversas condiciones nutricionales y de manejo de los rodeos, que la respuesta a la reducción de la lactancia es de real significación. La inmediata mejora de la condición corporal de los vientres, los mayores porcentajes de preñez, el acortamiento del anestro posparto y la factibilidad de acceder a otras épocas de servicio, fueron de tal contundencia que permitieron plantear novedosos esquemas de producción orientados a la intensificación de los sistemas de cría.
Por otra parte, luego de experiencias de varios años se confirmó la posibilidad de incrementar la carga de vacas en un 50% manteniendo al pastizal natural como única fuente de nutrientes. Estos resultados fueron particularmente relevantes porque respondieron al primer intento de modificar los resultados económicos del sistema, apoyados en la hipótesis de ocupar con más vientres la receptividad ociosa derivada de la drástica reducción de los requerimientos nutricionales.

INCORPORACIÓN DE LA TÉCNICA  EN LOS PLANTEOS PRODUCTIVOS. 
En principio hay que tener en cuenta que una vez tomada la decisión se producen una serie de modificaciones sustanciales con respecto al esquema tradicional de producción de terneros.
El destino de los terneros: venta, retención o aún la opción de distintos tipos de asociación con invernadores o feedloteros está estrechamente asociado a aspectos de infraestructura, costo de recría y del impacto producido por el destete sobre la eficiencia global del rodeo.
La opción de retener en el campo los terneros depende de varios factores, siendo el costo de la crianza el principal elemento a tener en cuenta. Es sabido que en condiciones donde la oferta de forraje es exclusivamente lo aportado por el pastizal natural los costos por ternero destetado son altos, debido a la cantidad y calidad de la suplementación a suministrar. La situación es diametralmente diferente cuando el ambiente donde se halla ubicado el establecimiento permite la implantación de pasturas. 
El último de los caminos, aún poco explorado entre los criadores, es la posibilidad de concretar negocios de asociación con los otros actores del sector.
Las características particulares de la producción de terneros "bolita" a corral o en condiciones de altos niveles de suplementación en pasturas hacen que aparezcan novedosos sistemas de asociación o capitalización. Esto es así, ya que por el solo hecho de incorporarse al sistema las dos partes tienen ventajas adicionales.
El criador al destetar a los dos meses de edad provoca un gran impacto en su sistema, que se traduce en mayores índices de procreos, mayor carga animal, mayor proporción de vacas gordas a la venta, mayor facilidad para manejar eficientemente el pastizal y la opción de tener en su campo más de una época de parición.
La otra parte, incorpora al sistema de engorde la categoría de mayor eficiencia de conversión de alimento a carne, produce la categoría de mejor precio en el mercado actual y tiene la chance de ofrecer el producto en todas las épocas del año.

EL MANEJO DE LOS TERNEROS ES UN PROBLEMA TÉCNICO RESUELTO
La técnica del destete precoz fue creada con el objetivo de cambiar la forma de producir terneros. En otras palabras, la reducción de la lactancia permite tener en el campo vientres diferentes y escapar a la rigidez de los planteos convencionales.
Si bien la preocupación inicial es el manejo de los terneros, la verdadera potencialidad está dada en la correcta implementación del manejo ante diversas posibilidades. Entre éstas se puede arriesgar una clasificación arbitraria con el solo propósito de ayudar a aquellos que se inician en el tema.
En síntesis, las modificaciones que se pueden imprimir al sistema van desde la resolución de problemas puntuales hasta una verdadera reconversión de las empresas.
 
La técnica del destete precoz fue creada con el objetivo de cambiar la forma de producir terneros.

INCORPORACIÓN COYUNTURAL
Es aplicable a aquellos casos extremos, tales como sequías o en campos donde es difícil superar el 50% de terneros logrados.
En el primero de los casos, la baja condición corporal posparto de las vacas hace necesario recurrir a medidas de excepción con la única expectativa de no malograr los índices futuros de preñez o, como en la actualidad con la severa sequía de primavera en el litoral, atenuar los peligros de mortandad de las vacas.
En general, el establecimiento no se encuentra preparado para la retención de los terneros, siendo lo más conveniente la venta o algún acuerdo de asociación con invernadores o feedloteros.
Independientemente del factor climático, en aquellas regiones donde los bajos índices reproductivos han representado una barrera infranqueable para el manejo convencional, el destete en el primer año de la totalidad del rodeo redunda en aumentos sustanciales en los porcentajes de preñez. Una vez cumplido este primer objetivo, se puede planificar para los próximos años la implementación de una serie de prácticas orientadas a estabilizar los altos índices de preñez alcanzados.

INCORPORACIÓN SISTEMÁTICA ORIENTADA
En este caso, el manejo del destete es una tarea habitual del establecimiento. En general, son empresas que han alcanzado niveles aceptables de procreos, alrededor del 70%, y mediante la introducción de la práctica buscan maximizar la producción anual de terneros.
Las vacas primíparas, las "cola de parición" y las CUT son las categorías del rodeo a destetar. El impacto producido en la segunda preñez de las vacas con primer ternero al pie justifica ampliamente los costos de retención de los terneros en el establecimiento.
De la misma forma, las vacas de parición tardía, otro de los componentes del rodeo generalmente comprometido, mejoran notablemente su condición corporal posibilitando preñeces aceptables sin condicionar la longitud del período de servicios. Por otra parte, se facilita el engorde de las vacas de descarte, con las ventajas de mayor peso a la venta y mejor ingreso por kg debido a la modificación de categoría, de conserva a vaca consumo.

INCORPORACIÓN ESTRATÉGICA
Uno de los principales problemas a resolver es la variación que se produce entre años en los índices de preñez. Ni más ni menos es lo que comúnmente se conoce como la alternancia de los años malos y buenos, debido a que la cría es un sistema altamente dependiente de las variaciones climáticas.
Está suficientemente demostrado la estrecha asociación entre estado nutricional preservicio y preñez, por lo que el éxito de esta estrategia se basa en una correcta selección por condición corporal de las vacas a destetar y en la respuesta esperada con este grupo de vacas.
La implementación es sencilla, pero requiere de una alta capacitación del personal que utiliza la herramienta de la separación de las vacas por condición corporal y de la elección de la técnica a aplicar a cada uno de los grupos de vacas clasificadas.
A modo de ejemplo, en la manga el operador clasifica a las vacas en tres grandes categorías: <3;5; > de 3,5 hasta 5 y > de 5 y, en ese momento, un segundo operario pinta con un color diferente las ubres para facilitar a posteriori la identificación de sus respectivas crías. A renglón seguido, los terneros se juntan con las madres y después del mamado, de acuerdo al color de las manchas de pintura en la cara, se identifica el tratamiento a aplicar por grupo de condición corporal. A los terneros pertenecientes al primer grupo de vacas (CC < 3,5) se los señala para destetar precozmente, a los del segundo lote (CC 3,5 hasta 5) se los "enlata", y a los del tercer grupo (CC >5) se los deja al pie de la madre sin ningún tratamiento.
Con esta estrategia de manejo es factible estabilizar altas producciones por año, compatibilizando los costos y el impacto de la tecnología aplicada.
 

INCORPORACIÓN SISTEMÁTICA  CON INCREMENTO DE CARGA
El incremento de carga obtenido en experiencias controladas ya ha sido validado a nivel comercial.
En condiciones de pastizal natural es factible incrementar la dotación de vientres en un 50%, debido a la reducción de los requerimientos nutricionales de la totalidad del rodeo provocado por el destete. Aquí cabe una advertencia: si bien la interrupción de la lactancia baja los requerimientos "la vaca no entiende que tiene que comer menos" y con el manejo habitual se puede provocar un deterioro que implique una verdadera degradación del pastizal.
En este sentido, el manejo adoptado es el pastoreo rotativo-diferido, donde se requieren tiempos para disminuir la carga y otros en los cuales se debe aumentar considerablemente la presión de pastoreo para uniformar el aporte forrajero de las especies crecientes y decrecientes del pastizal, eliminando los efectos de la selectividad por parte del animal. Es decir que para aliviar al pastizal hay que concentrar la hacienda en algún área de sacrificio o con mayor carga instantánea de algunos de sus potreros. En estas condiciones es normal que los animales tengan un déficit de consumo y, por ende, un déficit nutricional.
Bajo el manejo convencional de los vientres, con destetes de 7 meses y servicio estacionado octubre a diciembre, solamente podría sacrificarse el nivel de consumo en el mes de abril y parte de mayo. En invierno las condiciones de sobrepastoreo y deficiencia nutricional se dan por la sola distribución de la producción forrajera. Si optamos por este camino y sacrificamos el nivel nutricional al final del otoño, perdemos la única oportunidad para que las vacas "entren bien al invierno", lo que equivale sacrificar condición corporal al parto y, como consecuencia, prolongación del anestro en el posparto. Al destetar a los 60 días (noviembre-diciembre) los vientres tienen el resto del verano, especialmente después de retirados los toros, y todo el otoño para recuperarse de la corta lactancia y con mínimos requerimientos. Esto es tan así que el peligro es que se "pasen de gordura", razón por la cual el manejo del pastizal no sólo es posible sino que se hace necesario para dosificar el forraje al cual tiene acceso un animal con requerimientos nutricionales reducidos: esto ya es un importante cambio cualitativo en el manejo del rodeo.

APLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA  PARA REDEFINIR LA ACTIVIDAD
En la actualidad la verdadera reconversión apunta a una alta especialización de las actividades.
La recría de terneras y la reposición de vientres son categorías con exigencias propias de un animal en crecimiento, en tanto que las vacas y toros de refugo ocupan superficies por períodos de mayor o menor longitud de acuerdo a la decisión de venta. Por otra parte, la evolución de los terneros al pie a partir de los 90 días de edad no depende exclusivamente de la leche materna. Estas son actividades propias de un proceso de invernada, que generalmente se encuentran ocultas en un medio donde prevalecen limitaciones en cantidad y calidad de nutrientes.
Al redefinir el rol de los participantes, la cría termina en el momento en que la tecnología permite al ternero tener una vida independiente de la leche materna y las vacas se transforman en máquinas de producir terneros, independizando su rendimiento de los riesgos climáticos.
La nueva categoría de ternero, el destetado precozmente, es capaz de producir carne con una máxima eficiencia de conversión y atender la actual y necesaria diversificación de los marcados.
Resulta obvio que las características del medio en donde se desarrolla la cría vacuna determinan que las categorías aptas para utilizar eficientemente el recurso forrajero son los animales con bajos niveles de crecimiento y alta capacidad para almacenar reservas corporales. En este sentido, estudios llevados a cabo por el INTA EEA C. del Uruguay revelaron que el mayor impacto en rentabilidad se obtenía con situaciones de extrema especialización manteniendo en el campo sólo vientres adultos. El aumento de la receptividad (vientres/ha) fue de un 70%, debido al destete de la totalidad de las crías a los 60 días y a la superficie liberada por las otras categorías (animales en crecimiento) que fueron anuladas del sistema. Este particular manejo, de altos índices de preñez estabilizados entre años y alta carga con animales aptos para un aprovechamiento racional del pastizal, incrementa sensiblemente la cantidad de terneros producidos.
Además, el sistema contempla diversas alternativas de asociación vertical, capitalización de los destetes machos y de hembras con devolución de vaquillonas preñadas para la necesaria reposición al campo de cría.
Para finalizar, se reitera un concepto: el manejo de los terneros es un problema técnico resuelto, es simplemente el uso adecuado de una herramienta, que tendrá mayor o menor complejidad de acuerdo al ambiente en donde se desarrolle la recría. El verdadero impacto de esta técnica está dado por la flexibilidad y las diferentes opciones que se presentan con vientres cuyos requerimientos fueron disminuidos drásticamente.

incrementar la dotación de vientres en un 50%, debido a la reducción de los requerimientos nutricionales de la totalidad del rodeo provocado por el destete. Aquí cabe una advertencia: si bien la interrupción de la lactancia baja los requerimientos "la vaca no entiende que tiene que comer menos" y con el manejo habitual se puede provocar un deterioro que implique una verdadera degradación del pastizal.
En este sentido, el manejo adoptado es el pastoreo rotativo-diferido, donde se requieren tiempos para disminuir la carga y otros en los cuales se debe aumentar considerablemente la presión de pastoreo para uniformar el aporte forrajero de las especies crecientes y decrecientes del pastizal, eliminando los efectos de la selectividad por parte del animal. Es decir que para aliviar al pastizal hay que concentrar la hacienda en algún área de sacrificio o con mayor carga instantánea de algunos de sus potreros. En estas condiciones es normal que los animales tengan un déficit de consumo y, por ende, un déficit nutricional.
Bajo el manejo convencional de los vientres, con destetes de 7 meses y servicio estacionado octubre a diciembre, solamente podría sacrificarse el nivel de consumo en el mes de abril y parte de mayo. En invierno las condiciones de sobrepastoreo y deficiencia nutricional se dan por la sola distribución de la producción forrajera. Si optamos por este camino y sacrificamos el nivel nutricional al final del otoño, perdemos la única oportunidad para que las vacas "entren bien al invierno", lo que equivale sacrificar condición corporal al parto y, como consecuencia, prolongación del anestro en el posparto. Al destetar a los 60 días (noviembre-diciembre) los vientres tienen el resto del verano, especialmente después de retirados los toros, y todo el otoño para recuperarse de la corta lactancia y con mínimos requerimientos. Esto es tan así que el peligro es que se "pasen de gordura", razón por la cual el manejo del pastizal no sólo es posible sino que se hace necesario para dosificar el forraje al cual tiene acceso un animal con requerimientos nutricionales reducidos: esto ya es un importante cambio cualitativo en el manejo del rodeo.

APLICACIÓN DE LA TECNOLOGÍA 
PARA REDEFINIR LA ACTIVIDAD
En la actualidad la verdadera reconversión apunta a una alta especialización de las actividades.
La recría de terneras y la reposición de vientres son categorías con exigencias propias de un animal en crecimiento, en tanto que las vacas y toros de refugo ocupan superficies por períodos de mayor o menor longitud de acuerdo a la decisión de venta. Por otra parte, la evolución de los terneros al pie a partir de los 90 días de edad no depende exclusivamente de la leche materna. Estas son actividades propias de un proceso de invernada, que generalmente se encuentran ocultas en un medio donde prevalecen limitaciones en cantidad y calidad de nutrientes.
Al redefinir el rol de los participantes, la cría termina en el momento en que la tecnología permite al ternero tener una vida independiente de la leche materna y las vacas se transforman en máquinas de producir terneros, independizando su rendimiento de los riesgos climáticos.
La nueva categoría de ternero, el destetado precozmente, es capaz de producir carne con una máxima eficiencia de conversión y atender la actual y necesaria diversificación de los marcados.
Resulta obvio que las características del medio en donde se desarrolla la cría vacuna determinan que las categorías aptas para utilizar eficientemente el recurso forrajero son los animales con bajos niveles de crecimiento y alta capacidad para almacenar reservas corporales. En este sentido, estudios llevados a cabo por el INTA EEA C. del Uruguay revelaron que el mayor impacto en rentabilidad se obtenía con situaciones de extrema especialización manteniendo en el campo sólo vientres adultos. El aumento de la receptividad (vientres/ha) fue de un 70%, debido al destete de la totalidad de las crías a los 60 días y a la superficie liberada por las otras categorías (animales en crecimiento) que fueron anuladas del sistema. Este particular manejo, de altos índices de preñez estabilizados entre años y alta carga con animales aptos para un aprovechamiento racional del pastizal, incrementa sensiblemente la cantidad de terneros producidos.
Además, el sistema contempla diversas alternativas de asociación vertical, capitalización de los destetes machos y de hembras con devolución de vaquillonas preñadas para la necesaria reposición al campo de cría.
Para finalizar, se reitera un concepto: el manejo de los terneros es un problema técnico resuelto, es simplemente el uso adecuado de una herramienta, que tendrá mayor o menor complejidad de acuerdo al ambiente en donde se desarrolle la recría. El verdadero impacto de esta técnica está dado por la flexibilidad y las diferentes opciones que se presentan con vientres cuyos reque



Fuente: A. Monje. INTA, EEA Concepción del Uruguay

Este Artculo pertenece a Revista Amanecer Rural. Edicion .








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