PARASITOSIS INTERNAS DE LOS VACUNOS: LA IMPORTANCIA DE DESPARASITAR AL DESTETE

En los sistemas de cría, los terneros son usualmente destetados a fines del verano o a principios del otoño para comenzar la etapa de engorde. Así, los terneros han permanecido al pie de la madre durante la primavera y verano.


amanecer rural

Durante ese período, la alimentación del ternero pasa paulatinamente de una dieta con alta proporción de leche en los primeros 2-3 meses de vida a una franca pastoril en los últimos meses previos al destete.
 
Bajo esas circunstancias, el número de parásitos que parasitan el cuajo e intestinos de los terneros va incrementando continuamente, pudiéndose acumular significativas cargas parasitarias al momento del destete. Esta dinámica de la infección de los terneros se debe a que la cantidad de lombrices en las pasturas, declina desde mediados de la primavera en adelante como consecuencia a una "dilución" de la infección provocada por el crecimiento abundante del pasto y también, por la mortalidad de las lombrices en el pasto como consecuencias de las altas temperaturas del verano. 
Sin embargo, se debe recordar que los terneros son los animales más sensibles a la enfermedad parasitaria debido a que su sistema de defensa contra los parásitos todavía no es eficaz. Por lo tanto, las lombrices que ingiere con el pasto, no sólo logran establecerse en la pared del cuajo e intestino, sino que son capaces de producir una gran cantidad de huevos y así contaminar fuertemente las pasturas desde comienzo de verano en adelante. Durante esa época, el parásito desarrolla rápidamente en las bostas y lluvias mediante, pueden pasar en importantes cantidades a las pasturas. En consecuencia, hay que tener en cuenta que terneros que llegan al destete aun en buen estado general, pueden acarrear una importante cantidad de lombrices.

 
El momento del destete (al pie de la madre o a la llegada al campo de invernada) es una buena oportunidad para desparasitar y eliminar las lombrices que se han acumulado en el cuajo e intestinos durante la crianza. De esta manera, los terneros estarán "limpios"  al ser transferidos a las pasturas de recría o invernada. Sin embargo, si no se adoptan las medidas de manejo adecuadas, a las pocas semanas de la desparasitación los animales vuelven a tener lombrices en el aparato digestivo. Esto se debe a que en la práctica debe asumirse que “todas las praderas están parasitadas”, a excepción de aquellas que luego de implantadas no han sido pastoreadas.
                   
¿Por qué los terneros se enferman nuevamente si fueron desparasitados?
 
Las lombrices pueden sobrevivir largos períodos adentro de las heces diseminadas en el potrero o en las pasturas. Así, es muy frecuente que una cantidad importante de lombrices (larvas infectantes) pase de un ciclo de producción a otro constituyendo el "pie de infección" para la nueva camada de terneros. Una vez que son ingeridas con el forraje, se constituyen en parásitos maduros luego de varios cambios que realizan en la pared del cuajo e intestinos en unas tres semanas, y comienzan la postura de huevos que caen con la materia fecal sobre el potrero. Así, las pasturas se contaminan con grandes cantidades de huevos durante el otoño y el invierno. En un lapso que varía entre tres y seis semanas tales huevos desarrollan larvas infectantes adentro de la bosta y la lluvia provoca el traslado de esas lombrices a los pastos. De esta forma se van acumulando grandes cantidades de lombrices “nacidas” de los huevos que los mismos animales fueron "sembrando" durante el pastoreo.
En la medida que aumenta el número de animales por superficie de pastoreo, la cantidad de lombrices en las pasturas tiende a incrementarse peligrosamente. Del mismo modo, el pastoreo rotativo -generalmente asociado a alta carga animal- lejos de disminuir la infección por parásitos de una pradera, la incrementa.
Cuando en el campo se observan animales con enteque parasitario se debe tener en cuenta que las pérdidas de peso acumuladas hasta ese momento pueden llegar a 40-50 kg por animal.
 
Sin embargo, la situación común en la mayoría de los sistemas de recría/invernada de machos y hembras es la pérdida subclínica de peso. Esto se produce porque los niveles de parasitosis no llegan a ser tan graves como para provocar enteque clínico pero sí suficientes para reducir severamente la ganancia diaria de peso. Si bien es difícil evaluar este efecto en el campo a simple vista, hacia fines del invierno se pueden acumular pérdidas de 20-30 kg por animal. En cualquiera de las dos situaciones descriptas -clínicas o subclínicas- las bajas ganancias de peso registradas durante el otoño y el invierno, no son compensadas durante la primavera. Esto se debe a que el aparato digestivo de los animales queda con lesiones crónicas que impiden un aumento compensatorio de peso. Como consecuencia, los novillos o vaquillonas deberán permanecer en pastoreo por más tiempo para lograr el peso de faena o servicio con las lógicas complicaciones en el manejo del sistema de producción.
 
 
Medidas de control
Es momento oportuno de desparasitar. De otra manera, el stress provocado por el destete, puede provocar significativas pérdidas en las ganancias de peso durante las primeras semanas del engorde. Además, dicho tratamiento evitará que los terneros contaminen con huevos las pasturas en las cuales han comenzado la recría. Se extraerá así máximo beneficio económico al tratamiento antiparasitario: "Protección de animales y pasturas".
 
 
El diseño e implementación de un programa apropiado de control sanitario, con la correspondiente aplicación de antiparasitarios de manera planificada, evitará que la enfermedad se desarrolle en las pasturas y animales, disminuyendo las pérdidas que producen los parásitos sobre el peso vivo de los vacunos y así, aumentar la rentabilidad final de todo el sistema de producción.
 
El uso de técnicas de manejo y diagnóstico de bajo costo a partir de material fecal y pasto, permite monitorear la carga parasitaria de los animales, y así determinar el momento del tratamiento. Se aconseja la consulta con el profesional veterinario para establecer las medidas de control y la rotación de principios activos en los antiparasitarios con el objetivo a evitar la aparición de resistencia antihelmíntica.

 

RECORDAR QUE:
 
Todos los terneros que ingresan al campo se desparasitan al llegar y luego se parasitan en el potrero, por lo tanto inicialmente “LA ENFERMA ES LA PASTURA”.
 
Un ternero con una parasitosis mediana deposita por día alrededor de 2 millones de huevos de parásitos sobre la pastura.
 
No existe ningún medicamento que pueda controlar los parásitos que están en las pasturas, por lo tanto una vez que pastoreamos una pastura limpia con animales parasitados, esa pastura estará “sucia” por mucho tiempo (más de un año, aunque se mantenga sin animales).


 



Fuente: Área de Parasitología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de UNICEN.







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