31/07/2018. REGIONALES. Córdoba
En maíz y sorgo la relación insumo producto disminuyó 8% en promedio de manera interanual. Sin embargo, el rubro fertilizantes (Urea y Fosfatos) evidencia un incremento para ambos cereales en torno al 7%; mientras que para soja y trigo es el rubro que muestra menor disminución. Ello se debe a que parte de la composición de los fertilizantes provienen de derivados del petróleo, insumo que ha aumentado su valor en más de 50% a nivel internacional en los últimos doce meses.
La pérdida de producción en soja y maíz por la sequía elevó los precios en el mercado local, factor que también se trasladó al trigo. La ventaja que presentó el cereal de invierno, al igual que la oleaginosa, fue el de una demanda activa por parte de la industria y exportación, dando mayor sustento a las cotizaciones. Por lo tanto, también es plausible contrastar el poder adquisitivo entre los distintos granos, a los efectos de determinar caminos de acción en el plano comercial. La relación soja/trigo, que mide cuantas toneladas de trigo se puede comprar con una tonelada de soja, se ubicó en julio de 2018 en 1,3 toneladas, uno de los valores más bajos de los últimos cuatro años. Situación similar presenta la relación maíz/trigo, que se ubicó en 0,7 toneladas.
La relación soja/maíz en cambio se encuentra en torno a las 1,8 toneladas, cercano a las 1,9 toneladas promedio de los últimos cuatro años. Teniendo en cuenta la relación insumo producto y el poder adquisitivo entre los distintos granos, la rotación trigosoja puede resultar favorable en el actual contexto. Será necesario monitorear el mercado de crédito y los movimientos del mercado de granos en los próximos meses, dado que el mayor costo financiero que posee el maíz puede resultar un condicionante en los planes de siembra del productor para la campaña 2018/2019. En el corto plazo, es concreta la posibilidad de potenciar la producción triguera con refertilización a macollaje. Córdoba registra un nuevo récord: más de 1,4 millones de hectáreas sembradas por tercer año consecutivo. No obstante el mayor volumen de grano, durante las dos campañas precedentes no se alcanzó los valores mínimos de proteína del estándar de calidad vigente, hecho especialmente visible en los departamentos donde la presente campaña ha aumentado la superficie sembrada.
La fertilización oportuna en momento y en cantidad impacta en la comercialización, evitando descuentos por sub niveles de proteína, variable ésta directamente relacionada al rendimiento y a la fertilización. Por supuesto, habrá que contar con el acompañamiento de lluvias que permitan la incorporación de los fertilizantes aplicados en macollaje para concretar esta posibilidad de fortalecer la producción triguera 2018/19.