La aftosa, un riesgo que sigue latente en la ganadería mundial

Gracias a los avances en tecnologías de vacunas y diagnóstico y a la implementación de rigurosas estrategias de control sanitario, la Argentina hoy es un país libre de fiebre aftosa con vacunación en la mayor parte del territorio -a excepción de la Patagonia y los Valles de Calingasta en San Juan que tienen el estatus oficial de "libres de fiebre aftosa sin vacunación"-, reconocido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, según la sigla en inglés).


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La aftosa, un riesgo que sigue latente en la ganadería mundial


Si bien esta condición es compartida por muchos países que también pudieron controlar o erradicar la enfermedad, hay vastas extensiones del planeta, principalmente en África y Asia, donde los animales carecen de una cobertura vacunal apropiada y el virus -que no se transmite a humanos- circula libremente hasta alcanzar condiciones endémicas, dice un informe del INTA.

 

Listada por la OIE, la aftosa está entre las enfermedades de declaración obligatoria con mayor riesgo sanitario. La fiebre afecta a especies biunguladas -de pezuña hendida-, tanto domésticas como silvestres. Ante la confirmación de un caso, el servicio de sanidad animal de cada país lo reporta a la Organización, además de suspender el movimiento de ganado en la zona del foco y bloquear las operaciones comerciales. 

La potencia de este viejo súpervirus radica en tres aspectos principales: se transmite con facilidad entre animales susceptibles, incluso a través del aire (vía aerógena); puede modificar su información genética a medida que se multiplica de animal en animal y, de esta manera, generar variantes; y se dispersa rápidamente en el territorio. Como dato científico, se estima que puede viajar por el aire hasta 60 kilómetros en regiones continentalesy hasta 300 kilómetros en zonas costeras. 

De acuerdo con María Gismondi, investigadora del Conicet en el Instituto de Biotecnología del INTA, el virus es altamente variable como consecuencia de que, durante su replicación, se producen mutaciones genéticas. "De esta forma, consigue adaptarse a sus hospedadores y evade respuestas inmunes previas originadas por la infección con otras cepas o por vacunación que no se ajusta a la cepa infectante", explicó. 



Fuente: INTA







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