27/12/2018. INTERNACIONALES. Brasil
El clima seco y las altas temperaturas también están acelerando el ciclo de la soja, lo que lleva a algunos cultivadores a anticipar la cosecha incluso con el riesgo de disminuir los rendimientos.
"Tuve 10 días de sequía en mi propiedad", dijo Laércio Lenz, quien cultiva soja en Sorriso, la ciudad de soja más grande de Brasil. En algunas partes de ese gran municipio, los agricultores han enfrentado el clima seco durante unos 20 días, dijo.
Según la estimación del gobierno, la producción de soja propia de Mato Grosso se estima en 32 millones de toneladas esta temporada, alrededor del 25 por ciento del total de Brasil.
Lenz dijo que calcular la extensión del daño relacionado con la sequía solo será posible a medida que la cosecha progrese. Pero según los datos históricos, los agricultores podrían perder una bolsa de 60 kilos por hectárea por día que anticipan la cosecha, dijo.
El rendimiento promedio de Mato Grosso fue de más de 56 sacos por hectárea en la última temporada, un récord que es poco probable que coincida, dijo Lenz.
Los datos de Thomson Reuters 'Refinitiv indican que las lluvias fueron desiguales y en volúmenes relativamente bajos durante la mayor parte de este mes en Mato Grosso. Según los datos, el pronóstico hasta el 10 de enero es que las precipitaciones se mantengan por debajo del promedio en el centro-oeste de Brasil.
El este de Mato Grosso fue el más afectado por el clima seco, dijo Antonio Galván, jefe de la asociación de productores de granos del estado, Aprosoja-MT.
La situación indica que la temporada, que comenzó bien, podría traer pérdidas para los agricultores y llevar a una revisión a la baja de los pronósticos de producción de granos del país, luego de que estados como Paraná y Mato Grosso do Sul también informaron falta de lluvia.
El gobierno estima la producción nacional de soja en 120 millones de toneladas. Antes de los informes de sequía, algunos analistas vieron un potencial de casi 130 millones de toneladas.
Arlindo Cancian, de Canarana, en el este de Mato Grosso, confirmó que la región se vio gravemente dañada por la falta de lluvias.
"He plantado 900 hectáreas, con la mitad del cultivo recibiendo lluvia y la otra mitad no tuvo lluvia", dijo. Dijo que varios productores están "en problemas" ya que las temperaturas han sido muy altas.
