TIEMPO DE BALANCE PARA EL SECTOR AGROPECUARIO

Terminó un 2018 complejo para el campo y se inicia el 2019 con muchas ilusiones pero que viene plagado de incertidumbres climáticas, productivas y de coyuntura política.


amanecer rural

Con un contexto complejo, signado por incertidumbres climáticas, productivas y político-electoral , el índice de confianza del productor bajó en plena siembra de los granos gruesos y la cosecha de la fina. Para las economías regionales 2018 fue duro por la falta de competitividad, la eliminación de los reintegros que el impacto de la paridad cambiaria no logró remontar.
Si bien se abrieron nuevos mercados externos, no son los suficientes todavía ni los volúmenes de exportación y los valores para sacar de la crisis a la vitivinicultura, la lechería y la frutihorticultura, entre otros sectores.
Pese a todos los vaivenes, “el campo renovó una vez más, la apuesta productiva, y con ello, la esperanza de toda la comunidad agropecuaria arraigada en el interior del país. Como muestra de ello, tenemos una cosecha récord de trigo”. Asimismo, la caída en la medición interanual se justifica por los desempeños individuales de la situación económica y financiera de la empresa (-25,0%) y la del país (-48,7%). 
El regreso de retenciones, la devaluación que terminó licuada por una inflación que impactó fuerte en insumos y un fuerte recorte en los reintegros, cambiaron las reglas de juego para muchas actividades productivas, “produciendo un duro golpe para toda la cadena.
Esto, “sumado a la falta de competitividad por el precio del dólar, hizo que no se pudiera exportar como se debía y hubo una suerte de inundación de productos de otros países que compitieron con lo que producíamos nosotros.
Esto sucedió con el ganado, la ciruela deshidratada, los vinos, el trigo y está pasando también con el girasol que, si bien tienen indicativos de precios, suele pasar que se cobren menos de lo que corresponda, para poder hacer frente a las reinversiones necesarias para insertarse en las nuevas producciones.
La carne vacuna fue la estrella que le permitió al Gobierno demostrar que no todo está mal. La producción aumentó el 9% y las exportaciones el 75% mientras que se mantuvo el consumo al mostrador en 2018 Después de mucho tiempo, volvió a ubicarse entre las principales exportadoras de carne y, con un volumen estimado en unas 550 mil toneladas para 2018, ya a noviembre aportó al país U$S 1.800 millones, en un contexto de fuerte necesidad de divisas genuinas.

LA AGRICULTURA 2018 EN NUMEROS
La producción agrícola se encamina a un nuevo récord: Superaría las 140 millones de toneladas. Así se desprende del informe económico elaborado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES) sobre la campaña 2018/19.
De no mediar inconvenientes climáticos, la producción agrícola de la campaña 2018/19 superaría levemente las 140 millones de toneladas, con un aumento del 24,8% con respecto al ciclo previo, y se convertirá en un nuevo máximo histórico. Según se desprende del informe económico elaborado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), la cosecha de trigo se encamina a un nuevo récord (estimado en 19,7 millones de toneladas), al igual que el maíz, cuya trilla aumentaría casi 25% respecto a 2017/18, y sería por segundo ciclo consecutivo mayor a la de soja, que verificaría un crecimiento de su cosecha del 37,6% en 2018/19. También sobresale el crecimiento proyectado del sorgo (35,5%), de la cebada (23%) y del girasol (7,6%).

Exportaciones
En los once primeros meses de 2018, se exportaron 68 millones de toneladas (merma del 15,2% respecto de igual período de 2017), mientras que en valores las ventas externas cayeron un 8,9% anualmente entre enero y noviembre del año en curso, con exportaciones por u$s 21.211 millones.
Desglosando las ventas externas en volúmenes, en el acumulado a noviembre de 2018, el 55,4% del tonelaje exportado correspondió a granos sin procesar (de los cuales 51% del total corresponde a cereales y el 4,4% a granos oleaginosos); 6,9%, a aceites vegetales; el 37,3% fueron subproductos oleaginosos; y el 0,4% restante, cultivos industriales.

Fertilización récord
Durante 2018 se aplicaron 4 millones de toneladas de fertilizantes y fue récord. Así lo indicaron desde la Asociación Civil Fertilizar.
El vicepresidente de la Asociación Civil Fertilizar, Jorge Bassi, anticipó que el consumo de fertilizantes en 2018 estará superando la barrera de las cuatro millones de toneladas.
Según Bassi, esto significa un aumente de entre ocho y diez por ciento en comparación con 2017 y “es bastante mayor que el récord que regía hasta ahora, de 3,7 millones de toneladas.
Según Bassi, este incremento en las aplicaciones “estuvo muy impulsado por la campaña de fina” y tuvo efecto en un mayor porcentaje de proteína en trigo y cebada.
El ejecutivo ponderó “el esfuerzo que hicieron los productores” al invertir en fertilización “en un año con muchos factores en contra. Confiamos que es un camino de mejora que llegó para quedarse”.

Balance oficial
La cartera agroindustrial que conduce Luis Etchevehere, presentó su balance de Estado de Gestión de 2018. En este sentido, resaltaron la apertura de más de 166 mercados, la reducción de más de 1.400 aranceles y la eliminación de más de 725 normas, y la formación de treinta mesas de competitividad.
En línea con el objetivo de que Argentina se convierta en el supermercado del mundo, entre las conquistas realizadas en materia de apertura de mercados, destacaron que con China, se acordó la exportación de carne bovina enfriada y congelada con y sin hueso, ovina y caprina. Después de tres años, Argentina logró volver a exportar aceite de soja al Gigante asiático, y luego de siete, mandarinas. Cabe recordar que a partir del 1 de diciembre de 2017, hubo nuevos aranceles preferenciales para exportar a China 32 alimentos agroindustriales.
 Al mirar las negociaciones con el principal socio comercial de Argentina (Brasil), subrayaron que se abrió el mercado para la nuez pecán, la miel argentina fraccionada y, además, Argentina es el principal proveedor de lácteos de ese país.
 Con respecto al país que preside Donald Trump, cabe resaltar que después de 17 años, se consiguió la reapertura para el mercado de la carne vacuna, una medida muy celebrada por la industria cárnica. En la misma línea, luego de 17 años también llegaron a Estados Unidos los limones argentinos. No obstante, resaltaron que “después de seis años, retornamos al sistema generalizado de preferencias para exportar a EEUU, lo cual beneficia a más de 500 productos argentinos, en su mayoría de economías regionales, con arancel cero”.
 En el marco de la cumbre de líderes del G20, Agroindustria suscribió acuerdos con China y Rusia. Al respecto, detallaron: “Firmamos un convenio de promoción para los productos oleaginosos con la empresa estatal china Sinograin, que nos comprará entre 2 y 3 millones de toneladas de poroto de soja para la campaña 2018/19 y entre 300.000 y 400.000 toneladas de aceite de soja”. Con Rusia, se rubricó un acuerdo de cooperación para la conservación y manejo sostenible de los recursos. También para prevenir y eliminar la pesca ilegal.

GANADERIA: DATOS POSITIVOS, ALERTAS, 
PENDIENTES Y PERSPECTIVAS

Un nuevo año se cerró y el balance es obligatorio. Algunos números indican que el balance es positivo, sin embargo hay luces amarillas que nos hacen ser precavidos de cara al futuro.
Empecemos por las buenas noticias, la faena creció durante todo el año, la exportación terminará generando ingresos por casi 2 mil millones de dólares, actividad que se potencia porque prácticamente no tiene importaciones y por ende debe ser doblemente valorada, su composición es mayoritariamente con destino a China producto de la alta faena de vacas. La apertura de Japón para animales producidos e industrializados en la Patagonia y la comunicación de la apertura real del mercado estadounidense fueron novedades relevantes.

Retomando el protagonismo internacional
Finaliza un año que muestra la importancia de retomar el papel protagónico de la ganadería argentina a nivel internacional. Después de mucho tiempo, volvió a ubicarse entre las principales exportadoras de carne y, con un volumen estimado en unas 550 mil toneladas para 2018, ya a noviembre aportó al país USD 1.800 millones, en un contexto de fuerte necesidad de divisas genuinas.
El aumento de las ventas externas fue incesante a lo largo del año e incluso hubo un fuerte salto en octubre y noviembre, con 60 mil toneladas mensuales embarcadas, cuando el trimestre julio-septiembre había promediado las 50 mil y el primer semestre 40 mil. Este ímpetu exportador continuó a pesar de la reimposición de retenciones y la casi desaparición de los reintegros. Entre paréntesis, esto también representó la ausencia de discriminación entre las carnes y el resto del universo de exportación, a diferencia de lo que fue habitual, casi siempre, en los últimos 90 años, con la excepción de la década de 1990.
A principios de año hubo una equiparación del precio en dólares del novillo argentino con el de sus vecinos, dejando de ser el más caro del Mercosur, nivel que sostuvo durante muchos años de descompetencia; y tras las devaluaciones de abril-junio y de agosto-septiembre terminó siendo uno de los más competitivos, lo que sumó oportunidades de negocios internacionales. Así las cosas, el país consolidó su posición como segundo en el ranking regional en materia de ventas al exterior de carnes detrás de Brasil, superando a Paraguay y Uruguay.
El punto culminante de 2018 se dio en el terreno de acceso sanitario a mercados, cuyo potencial se verá en años venideros. La histórica apertura de Japón a la carne patagónica a comienzos del segundo semestre y la más reciente de los Estados Unidos, tuvieron como correlato embarques casi inmediatos de cortes de alto valor a esos destinos exigentes, una muestra de coordinación entre los eslabones de la cadena.

Producción y consumo
En lo que respecta al consumo hay que destacar que se mantuvo constante y a precios accesibles para los consumidores argentinos. El precio de la carne al público continua por detrás de la inflación y eso se refleja en los precios de las distintas categorías bovinas.
El año estuvo marcado por dos situaciones externas que tuvieron impactos productivos, durante el primer trimestre la sequía afectó a gran parte del país y eso motivó que se anticipara la salida de haciendas y se ajustaran los rodeos a la capacidad de carga de los campos, esta situación alentó la faena de vacas con destino a China y motorizó a que su precio de revaluara, constituyéndose en la categoría que más se revaluó en el año.
En paralelo, muchos productores decidieron no retener terneras para futuras madres y por ende su destino principal fue el mercado local. Al momento de ser comercializadas como invernada fueran inferiores a los de los terneros machos y a un precio inferior de invernada que los machos y eso fue consecuencia de que la hembra para llegar al peso mínimo de faena generalmente produce mayor cantidad de grasa, lo que implica pérdidas de rendimiento a la faena y para el carnicero en el mostrador.
Por otra parte, este año el número para los corrales fue negativo y por ende han tenido que ajustar en eficiencia y en valores de compras, como resultado final se están contabilizando menores ingresos que egresos con lo cual se puede prever caída en la oferta de ganado gordo en el futuro próximo.
 



Fuente: Amanecer Rural







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