Soja: las entregas con precio por fijar dominan el mercado local

Veamos que está sucediendo con el mercado de soja; en la última semana el productor vendió 735 mil toneladas de soja de la nueva cosecha, en su mayoría “a fijar”.


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Soja: las entregas con precio por fijar dominan el mercado local


En el acumulado, la industria tiene compradas 8,230 millones de toneladas de las cuales 6,920 millones están comprados con precio a fijar. Sólo se han fijado 65 mil toneladas. Esto significa que los productores van a llegar a la cosecha con casi siete millones de toneladas de soja sin fijar precio. Esta es la fotografía de hoy, la película nos muestra que si sigue un ritmo de ventas de 500 mil toneladas semanales de aquí a la cosecha, llegaría a 10 millones de toneladas los negocios de venta de soja “ a fijar”.
Mientras tanto, las ventas a precio hecho, es decir con el precio ya cerrado al momento de la venta del productor, llegan a sólo 1,37 millones de toneladas.
Mientras tanto, los exportadores están en “modo avión”, con un total de compras declaradas por un total de 1,3 millones de toneladas, de las cuales 466 mil toneladas son a fijar.
En balance, los exportadores tiene compradas a precio solamente un millón de toneladas. Un dato a tener en cuenta: mientras las fabricas compraron 735 mil toneladas en la semana, los exportadores apenas compraron 200 mil toneladas.
Entre las compras a precio de la exportación y la industria se llega a un volumen total de 2,37 millones de toneladas, apenas cuatro por ciento de una cosecha estimada en 53 millones de toneladas.
El productor vende a fijar, porque quiere entregar la mercadería en cosecha y esperar por una potencial mejora en el precio de la soja disponible durante los meses pactados en el negocio a fijar.
El productor, sin embargo, corre un gran riesgo de precio con esta modalidad de venta: si bien una vez entregada la mercadería podrá decidir el momento en que fijara precio, el mismo va a estar relacionado y dependerá de la coyuntura del mercado en ese momento.
Potencial bajista
Hoy, si tuviéramos que manejar algunas hipótesis, podemos decir en forma bien resumida que están dadas las condiciones para que se produzca una fuerte baja en el precio de la soja al momento de que ingrese la nueva cosecha. Hay muy poca vendida, como primer concepto, y el segundo factor es el volumen de oferta que los productores volcaran al mercado cuando comiencen a cosechar. Y este es un número bastante significativo, que en nuestro estudio lo hemos analizado.
Si asumimos que el productor debería vender al menos 30 por ciento al momento de la cosecha, estamos hablando de un volumen de oferta de soja física de algo más de 15 millones de toneladas, que podrán volcarse en 10 semanas, a un promedio de 1,5 millones por semana.
La industria aceitera perdió competitividad, por la pérdida del diferencial de retenciones. La plantas procesadoras al no poder contar más con el diferencial arancelario que aportaba al sector una dosis mayor de eficiencia para la elaboración y exportación de harina de soja y aceite de soja, se encuentra además con el impuesto adicional de cuatro pesos por dólar exportado.
En estas condiciones, la industria aceitera sólo es competitiva si logra pagar menos por el grano de soja en el momento de la cosecha. De esa forma podrá compensar los 10 a 20 dólares por tonelada de contra margen (depende de la capacidad de molienda de la industria y el nivel de la tecnología de extracción) que tiene en su contra por tener el impuesto a la exportación.
Es probable que estemos asistiendo al “final de la baja anunciada”. De ser así, el productor debe tomar sus recaudos y tener vendida a futuro 30 por ciento de su producción, en el caso de campo propio y rindes a cosecha por encima de lo normal. La acción de no vender nada, expone al riesgo de precios en el 100 por ciento de su producción.



Fuente: AgroVoz







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