La soja, un remedio contra la arritmia cambiaria

En medio de la volatilidad que refleja el dólar, la soja demora su ingreso al circuito comercial.


amanecer rural

La venta de la actual cosecha de granos, en especial de la soja, viene demorada.

La soja, mientras tanto, será el resguardo que tengan los agricultores frente a la volatilidad cambiaria. En este escenario, no sería de extrañar que el ingreso de la oleaginosa al circuito comercial no sea tan fluido como se espera. Junto con la decisión de venta de los productores, la dinámica del mercado va a depender también de las necesidades que tenga la industria procesadora del poroto.

Si bien abril, mayo y junio son los meses en los cuales se concentra la mayor liquidación de divisas, que esto ocurra no depende del productor. Es el exportador (ya sea la industria aceitera o los vendedores del grano), el que pone en marcha el mecanismo para la generación de dólares.

El complejo oleaginoso argentino tiene una capacidad de molienda mensual que ronda los 3,5 millones de toneladas de soja. En el sector aseguran que tener stock de soja comprada significa un costo financiero que las aceiteras no están dispuestas a pagar y que por eso compran en función de sus necesidades.

Pero que las aceiteras adquieran el grano no significa que la generación de divisas sea inmediata. Ese grano se debe procesar y embarcar al exterior, por lo que los tiempos suelen ser mucho más largos en relación con la operatoria en la que interviene, por ejemplo, el exportador de la oleaginosa.

Una prima a fin de año

Mientras tanto, el productor también realiza sus cuentas al momento de desprenderse de la soja. “La demora en la venta para noviembre y diciembre paga uno por ciento mensual en dólares en los mercados de futuro; con esta cobertura se asegura una prima de 12 por ciento anualizada”, destacó Juan Manuel Garzón, economista jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea, quien admite que la volatilidad cambiaria le quita al productor el incentivo para vender.

Según la Secretaría de Agroindustria, a finales de marzo las compras de soja de la nueva campaña se ubicaban 20 por ciento por debajo de las adquisiciones a igual fecha en 2018.

“Esta caída se explica fundamentalmente por el cese de compras del sector exportador. En el actual ciclo comercial, los exportadores llevan comprado un 66 por ciento menos que el año anterior. La industria, por su parte, efectivizó compras por un volumen cercano al año anterior, que a su vez es similar a las adquisiciones realizadas a la misma altura de las últimas cinco campañas”, precisaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

El maíz es el grano preferido por parte del productor para enviar por estos días al puerto.

La mayor parte del volumen corresponde a venta a cosecha (forward) que realizaron los agricultores en pleno desarrollo del cultivo. A tal punto llega el protagonismo del maíz en la entrega de granos en las terminales del Gran Rosario que, según la Bolsa rosarina, en el primer trimestre del año alcanzó el récord con el 46 por ciento del total. La cifra supera en dos puntos porcentuales a su anterior performance lograda en 2003.



Fuente: Alejandro Rollán







Notas Relacionadas