Mercosoja 2019: La tecnología de proceso es una solución más “estable y sustentable”

En “Mercosoja 2019. Reformular la soja, para impulsar una cadena de conocimiento” tuvo lugar un panel bajo el título “Nuevos conocimientos en ecofisiología de la soja y su impacto en las tecnologías de producción”. Allí expusieron al respecto Julieta Bianchi (IICAR, CONICET UNR), Constanza Carrera (CONICET, IFRGV, CIAP), Silvina Bacigaluppo (INTA OLIVEROS), Salvador Prieto Angueira (INTA Santiago del Estero) y Lina Bosaz (IICAR, CONICET, UNR).


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Mercosoja 2019: La tecnología de proceso es una solución más “estable y sustentable”


Silvina Bacigaluppo, de INTA Oliveros, del grupo de manejo de cultivos, suelo y agua, hizo referencia a la productividad del suelo y propuso subir el zoom del cultivo de soja para observar todo el sistema de cultivo porque tiene mucha influencia lo que se hizo antes, lo que se hace durante como lo que harán para el próximo. En relación a esto, comentó: “Lo que planteo es que veamos plazos más largos. Hay variables de suelo que se modifican mucho, son necesarias modificarlas antes del cultivo de soja porque no son variables que se puedan modificar en poco tiempo”.

 

En tal sentido, agregó: “La fertilidad del círculo virtuoso está aún lejos si hablamos en general de los suelos en Argentina. Hay casos en donde los suelos están muy buenos y con un círculo virtuoso funcionando. Pero tuvimos muchos años soja continua y eso hace que falte el complemento para que funcione. Hace dos o tres campañas se incorporaron otros cultivos y se tuvo en cuenta la rotación. Pero venimos de un manejo de suelo que no es el mejor”.

 

Para Bacigaluppo es fundamental “planificar los ambientes con anticipación” para lo que es fertilidad química, ya que se puede organizar la fecha para la fertilización para toda una secuencia. Incluso, sugiere, se puede planificar una fecha de siembra dependiendo del nivel de madurez del grano. Lo ideal, para la ingeniera agrónoma, es planificar mínimo 3 campañas juntas.

 

Antes de finalizar su exposición, recomendó incursionar en tecnologías de proceso. Sobre esto dijo: “Si hay una enfermedad vas y aplicas un producto químico y desaparece. Eso es muy a corto a plazo. Para tratarlo con tecnología de proceso, para cambiar los microorganismo del suelo, las esporas que estaban de esa enfermedad, si lo haces solo con un cultivo se mantienen, quedan ahí. Pero si lo vas rotando desaparece y estás implementando tecnología de proceso que a la larga es más estable y sustentable”.

 

Otra de las expositoras, Julieta Bianchi (IICAR CONICET UNR) hizo referencia a dos componentes importantes en la soja. “Una es el número de vainas por unidad de superficie y el número de semillas por vaina. Estuvimos evaluando algo que encontramos a partir de ensayos, que hay un factor fotomorfogénico que es que la calidad de luz influiría sobre la generación de vainas. Hasta el momento no se había tenido en cuenta como un factor que determinara el rendimiento. Así es que planteamos prácticas de manejo para poder maximizar la calidad de luz que hay en un cultivo y de esta manera generar más vainas”.

 

Además, sostuvo que el otro dato que evaluaron es sobre “una característica más bien genética”. “Nos referimos al número de semillas por vainas, desarrollamos una variedad de soja que hasta ahora no está en el mercado, que se caracteriza por tener un alto porcentaje de vainas de 4 semillas. Esto permitiría aumentar la cantidad de semillas por unidad de superficie del cultivo y tiene la particularidad que, como tiene alta regulación genética, cuando lo incorpora a un cultivar esa característica se mantiene independientemente del ambiente productivo”. El objetivo de este proceso sería incorporar en los cultivares comerciales esta característica para aumentarle el número de semillas.



Fuente: Prensa Mercosoja







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