15/01/2020. INTERNACIONALES. Brasil
El fracaso en las conversaciones para reanudar las exportaciones de carne fresca a los EE. UU, se produjo el año pasado, cuando los funcionarios brasileños rompieron la promesa que el presidente Jair Bolsonaro (sin un partido) hizo personalmente a su colega Donald Trump en un viaje a Washington, dijeron las autoridades.
Bolsonaro prometió que el etanol estadounidense entraría libre de impuestos en Brasil, pero luego se inclinó ante la presión de los productores locales de combustible.
La decisión fue transmitida a la secretaria de Agricultura de los Estados Unidos, Sonny Perdue, por la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina Dias, en una conversación telefónica en agosto, días antes de que se renovara la cuota. Argumentó que la eliminación completa de las tarifas de etanol irritaría al banco ruralista, justo cuando Bolsonaro necesitaba votos para aprobar la reforma de las pensiones.
Perdue argumentó que esto no era lo que los dos presidentes habían acordado, y agregaron que respondió que mantendría la prohibición de la carne fresca brasileña como represalia. Al mes siguiente, Tereza Cristina se reunió con Perdue en Washington, con la esperanza de cambiar de opinión, pero regresó con las manos vacías.
Brasil finalmente aumentó su cuota de etanol que puede ingresar al país sin pagar aranceles a 750 millones de litros. Las importaciones más allá de este nivel están gravadas con un 20%.