INTERRUPCIÓN DE LA GESTACIÓN EN BOVINOS

La pérdida de la gestación en cualquiera de sus etapas es un factor limitante para el desarrollo ganadero en cualquier país del mundo. Los abortos en vacas lecheras son un problema de creciente importancia que impacta significativamente en la productividad de las fincas o establos al disminuir su desempeño productivo, limita el número de vaquillas para reemplazo y los volúmenes de producción de leche, además de incrementar los costos asociados con la alimentación, tratamientos, inseminación y descarte prematuro de animales.


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DIFERENCIA ENTRE MUERTE EMBRIONARIA Y ABORTO

La muerte del producto posterior a la fecundación y hasta antes del día 42 de gestación es denominada muerte embrionaria, la muerte del feto después del día 43 hasta antes del nacimiento es denominado aborto o parto prematuro cuando el producto puede vivir fuera del útero.
Los factores que provocan la muerte embrionaria o fetal pueden ser clasificados según su origen, una forma sugerida de hacerlo:
• Deficiencias en la salud animal (la inmunosupresión es el factor más importante en este rubro).
• Ambientales (el estrés calórico es el más común, debida a fallas en la ventilación, altas temperaturas ambientales asociadas con humedad relativa elevada en la atmosfera son la principal causa de la generación de este trastorno metabólico).  
• Manejo (medicina preventiva, identificación, lotificación, toma de condición corporal, etc., cuando estos se hacen de forma masiva y sobre todo en horas con alta temperatura ambiental).
• Alimenticios (el más importante de todos es la limitación en la disposición de agua suficiente, limpia y fresca para cubrir las necesidades de los animales, la predisposición a generar involuntariamente trastornos metabólicos en presentaciones subclínicas como la acidosis ruminal y la micotoxicosis entre otros.).
• Farmacológicos (Aplicación de fármacos que inducen el aborto o la lisis del cuerpo lúteo a animales gestantes por ignorancia, descuido o de manera intencional). 
• Infecciosos (agentes virales, bacterianos o parasitarios; la sensibilidad a la perdida de la gestación dependerá del agente invasor de la madre, del producto o de ambos y de la etapa en que se encuentre el embrión o feto en desarrollo según sea el caso).  
• Genéticos (la presencia indeseable de genes recesivos presentes en las células germinales son un factor importante que esta fuera de nuestro alcance pero que debemos considerar). 
Una vez revisados los factores que predisponen la perdida de la gestación, es importante analizar algunas de las causas que generan la muerte del producto en sus diferentes etapas de desarrollo.
Dentro de las ambientales, el estrés calórico es la principal causa de muertes embrionarias y fetales, revisemos que ocurre cuando este está presente: Las condiciones necesarias para desarrollarse deben ser una temperatura ambiental y humedad relativa atmosférica alta, esto sumado a un deficiente sistema de ventilación para animales estabulados.
Para animales de origen templado superar los 27°C ambientales y para animales de origen tropical los 35°C generará una falla en la termorregulación por parte del animal, lo que desencadenará primeramente una alteración en la tasa respiratoria para tratar de equilibrar su temperatura corporal, si checamos ésta vía rectal encontraremos temperaturas que oscilarán alrededor de los 39.3° C ; el aumento de tan solo 1°C en la temperatura corporal de una vaca puede ocasionar la muerte embrionaria o fetal, con esto queda más que claro lo sensible que son estos animales a las alteraciones térmicas corporales; este signo será seguido por una baja en el consumo de materia seca y por consecuencia una disminución de hasta 5 litros de leche en la producción del día en cada animal afectado, además de alterar negativamente su calidad organoléptica. 
Esto no termina aquí, además habrá alteraciones endocrinológicas que podrán reflejarse con aumentos en los niveles de producción de la ACTH, GH, Progesterona y glucocorticoides, de manera directa se detectará una disminución en los niveles de producción de Prolactina, Oxitocina, Estrógenos, TSH, T3 Y T4 por acción directa de la GnRh, todo esto provocará una falla reproductiva por la alteración de las hormonas LH y FSH que muy probablemente provocará la pérdida de la gestación.
Recordemos que además de todo lo anterior es muy probable que observemos la presentación de casos de acidosis ruminal clínica y subclínica por la falla en la termorregulación, lo cual puede también provocar la muerte del embrión, si a esto añadimos el balance negativo de energía que nos derivará de la baja del consumo de materia seca, las cosas se complican cada vez más.
En los factores alimenticios, además de la presencia de micotoxinas como la zearalenona, las aflatoxinas y los tricotecenos de manera subaguda tenemos también la adición de contaminantes como los nitratos y nitritos que podrán causar una intoxicación de la vaca y muy probablemente la muerte del producto y con ello la pérdida de la gestación.

Dentro de los factores genéticos, los más importantes a considerar son: Anomalías cromosómicas embrionarias que representan alrededor del 12 % de las muertes del embrión hasta antes del día 12 post fecundación.
En el período embrionario, cuando se produce el reconocimiento materno/fetal, el embrión produce las señales que previenen la luteólisis, el cuerpo lúteo es necesario para la mantención de la preñez hasta alrededor del día 200 de la gestación. En los dos últimos meses la placenta debe ser capaz de mantener la gestación por la síntesis propia de progesterona y estrógenos.
La preñez con dos fetos también puede aumentar el riesgo de que la vaca aborte, lo cual ha sido documentado por López- Gatius y col (2002) quienes siguieron ecográficamente las preñeces en 601 vacas, de las cuales 10,6% perdieron la gestación. Además, estimaron un riesgo 3,1 veces mayor de abortar para las vacas gestantes de dos fetos en relación con las de uno. Sin embargo, no se especifica la edad de los fetos al ocurrir el aborto.
Si por alguna razón la hembra recibiera una dosis adecuada de prostaglandina (PGF2), sea endógena o exógena, se puede producir la pérdida de la gestación por luteólisis y contracción del miometrio.
Las enfermedades infecciosas y parasitarias son el foco primario en las medidas de prevención de los abortos; sin embargo, estos agentes probablemente causen menos de la mitad del total de las muertes fetales. Sin embargo y a pesar de esto, siguen siendo la Brúcela y la Leptospira las bacterias más importantes para asesores, productores y encargados; calendarios de vacunación y pruebas diagnósticas son frecuentemente utilizadas para su control. De los agentes virales causantes de abortos o muertes embrionarias, el más importante es el virus de la BVD, el cual siempre ha sido y es menospreciado a pesar de estar presente casi siempre en todas las granjas, actuando como agente causal único o asociado con una bacteria o parásito. De los parásitos, neospora sigue siendo para muchos un mito o un agente con poca o nula responsabilidad como agente causal de abortos.



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