Nueva plaga arrasa el sorgo: el pulgón amarillo

Con pérdidas totales en el NEA, la plaga avanza en la zona sojera. Desde las últimas semanas una nueva plaga azota gran parte de la zona sorguera argentina: el pulgón amarillo. En entrevista con la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (Rem), Adriana Saluso de INTA Paraná explicó que “el estado de situación es grave y generalizado”.


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Nueva plaga arrasa el sorgo: el pulgón amarillo


Martin Guyón, productor Aapresid de Resistencia agregó que de no controlarse a tiempo las pérdidas en esta zona de Chaco son totales”.

La plaga se venía concentrando en zonas puntuales y atacando cultivos de caña de azúcar, pero nunca antes se había visto en sorgo. Hoy avanza en Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero y Córdoba. Al respecto, Saluso precisó que, si bien el transporte puede ser uno de los responsables, el aumento de la superficie con sorgo y la falta de monitoreo en etapas iniciales del cultivo pueden ser otras de las causas del avance.

Al igual que el pulgón verde de los cereales, el pulgón amarillo se aloja en envés de las hojas, pero se diferencia del primero por su abundancia en cercanías de la nervadura central. Tiene altas tasas de reproducción por lo que, en poco tiempo, la población crece fuertemente.

A esto se suma su alta capacidad de daño: “si te descuidas, en una semana pasa de afectar las primeras hojas de abajo a dejar sin hojas las plantas”, agregó Guyón haciendo foco en la importancia del monitoreo frecuente y las aplicaciones oportunas.

Produce daño directo por succión de savia, pero además excretan melaza y producción de fumagina sobre hoja, lo que puede dificultar la cosecha.

Son pequeños y de color variable, dependiendo de la planta hospedante y las condiciones ambientales: yendo del amarillo pálido, amarillo-marrón, marrón oscuro, púrpura o incluso rosado. El adulto es áptero y alado y tiene marcas dorsales oscuras. Alcanzan un tamaño de 1,1 a 2 mm.

Goyón está logrando resultados aceptables con mezclas de insecticidas de alto poder de volteo + sistémicos. Los productos de ‘volteo’ permiten frenar el daño rápidamente. Clorpirifos tiene además una fase de vapor que ayuda a penetrar en el canopeo.

Por su parte, los sistémicos son clave para llegar hasta abajo en sorgos de 1.5 mts con muchas hojas y asegurar residualidad.

De cara a futuras campañas, y según cómo evolucione la plaga, Saluso explica que el monitoreo desde etapas iniciales del cultivo será sin dudas una herramienta a no subestimar. De la misma forma habrá que reparar en hospedantes alternativos, como el Sorgo de Alepo.



Fuente: Aapresid







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