Irrecuperable mostró el estado de la soja en un campo y reveló que van a perder US$100.000

Un asesor de Rosario dio cuenta del estado en que están los cultivos en Maizales, Santa Fe, donde recién se esperan lluvias para el viernes próximo; de las 500 hectáreas de la oleaginosa se perderían 200


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Irrecuperable mostró el estado de la soja en un campo y reveló que van a perder US$100.000


Pablo Spirandelli es productor agropecuario en la provincia de Santa Fe, y asesora un campo en la localidad de Maizales, donde los cultivos están atravesando una situación alarmante, debido de la sequía que azota la región agrícola. Desde ese lugar, el agrónomo mostró el estado de una “soja de primera irrecuperable” y reveló que un cliente perderá solo por los costos de producción alrededor de US$100.000.

“En esa zona los suelos son clase 1, son campos muy buenos, y ahora hay lotes sin sembrar por la sequía. El tema de los alquileres también es difícil”, explicó. Spirandelli asesora en esa zona la Estancia San Ignacio, de Santiago Stodart, que tiene 500 hectáreas de soja de primera; de esto, el 50% está en una situación crítica y está en peligro de pérdida. Además, hay 300 hectáreas de maíz; del cereal, explicó, le falta sembrar 80 hectáreas a causa de la falta de lluvias.

El lote de maíz, contó, se sembró con la lluvia que hubo en año nuevo, cuando cayeron 15mm. “Está complicado, esto es algo que nunca pasó en la zona. Estamos muy justos con las fechas y si sembrás ahora corrés el riesgo de que te agarre una helada temprana. Si no llueve, esa plántula se muere, con los costos de producción es una locura”, aseguró.

 

Los cálculos que hace el agrónomo dan cuenta que sembrar una hectárea de soja tiene un costo de US$500 en insumos, siembra, fertilización, etc. “Si son 200 hectáreas las que se van a echar a perder, ya se va para atrás”, sostuvo. En términos reales, las pérdidas por el lote de soja rondarían los US$100.000.

En tanto, para producir una hectárea de maíz, los valores de producción van en torno de los US$1000 a US$1200. “Son decisiones muy difíciles de tomar, porque podés perder de golpe de todo. Esas 200 hectáreas [de soja] están perdidas. No sé si conviene meter una cosechadora para meter eso”, amplió.

A raíz de la dramática situación que viven los productores de la región, explicó, se sentaría a hablar con el dueño del campo para pensar en qué pueden sembrar, sin que los agarre una helada temprana. “Es tremendo que haya campos por sembrar. Este año va a faltar plata por todos lados, no solo al productor, sino que se va a romper la cadena de pago; cuando venga la cosecha no va a haber para pagar. Ese es un problema importante”, advirtió.

 

En la zona de Clarke, Maciel, Oliveros, dijo, “los cultivos se derriten”. Para el viernes, hay un pronóstico de lluvias, con las que esperan aminorar la situación. “De las hectáreas que no se siembran nadie saca nada. No hay flete, el camionero no trabaja, el gomero tampoco, la estación de servicio mucho menos, los que venden insumos venden mucho menos y el ingeniero cobra menos, las cooperativas también acopian mucho menos cereal. Es una cadena gigante”, narró.

Fuente: Diario La Nación



Fuente: La Nacion







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