18/01/2023. NACIONALES.
Las consecuencias de la sequía que castiga a la región pampeana se van a sentir más allá del sector agropecuario y van a tener un impacto económico en los pueblos del interior que tienen un fuerte vínculo con el campo.
Esto es lo que se desprende de un informe de la Sociedad Rural de Pergamino (SRP), que advirtió que, como consecuencia de la caída de la producción de granos y de hacienda, en ese partido del norte bonaerense van a faltar este año unos 192,1 millones de dólares. “Equivalen a 3,58 presupuestos de la Municipalidad de Pergamino”, alertó. El monto representa una caída de 46,8% respecto de lo esperado.
El presidente de la SRP, Jorge Josifovich, en diálogo con LA NACION, explicó que “todos los actores de la economía” se perjudican por el golpe climático. “Con la cosecha de trigo se vendió menos combustible, hubo menos viajes en camiones para la cosecha, menos ventas de repuestos y menos comida para los transportistas”, explicó, en referencia al efecto en cadena de la baja de la producción.
Los productores rurales ya comenzaron a reunirse con otros sectores económicos de la zona para advertirles sobre la situación que se vivirá con los cultivos de la campaña gruesa (maíz y soja) que se cosecharán a partir de marzo y abril. “Solo a nivel productor calculamos una merma de ingresos por US$150 millones a partir de marzo”, dijo el dirigente rural.
Pergamino tiene 305.220 hectáreas productivas, de las cuales, 267.220 hectáreas se dedican a la agricultura. De acuerdo con el informe, por los rindes promedio de los últimos cuatro años, de no haber ocurrido la sequía, la producción agropecuaria hubiera generado ingresos por US$409,6 millones de dólares. Sin embargo, por la caída de la producción de trigo y cebada, ya cosechados, y por la baja proyectada de las cosechas de soja, maíz y sorgo, se obtendrían apenas 192,1 millones de dólares.
“Esta estimación, si bien es aproximada, es el máximo esperable si se presentaran lluvias a fin de enero; si las condiciones de demanda ambiental y seca continuaran, podría ser mayor la pérdida”, advierte el informe.
Josifovich dijo que en Pergamino llovió en 2022 un promedio de 650 milímetros, cuando lo normal serían registros de entre 800 y 900 mm. Pero esas lluvias se concentraron en el primer trimestre del año y en el comienzo del otoño. “Prácticamente se cortaron el 25 de mayo”, se lamentó.
En estos días, además, el escenario es preocupante por las altas temperaturas que provocan la pérdida de humedad y agua en los suelos en siete milímetros por día, por el fenómeno de la evapotranspiración.
“Sabiendo que el dinamismo tanto del clima como de la biología podrían hacernos incurrir en errores no deseados, nos parece muy importante poner sobre la mesa de discusión qué es lo que está pasando en nuestra zona, e interactuar con la mayor parte de la economía que en definitiva moverá al país en el corto y mediano plazo”, subraya el documento.
Medidas
El trabajo incluye una encuesta a productores sobre las medidas que creen conveniente adoptar para mitigar los efectos de los daños provocados por la falta de lluvias. Un 93,8% de los consultados respondió que la baja de las retenciones (derechos de exportación) sería la mejor asistencia para los productores. En segundo lugar, aparece como opción la baja de impuestos (Ganancias, ingresos brutos) y en tercero, la prórroga en el pago de la tasa vial.
En cuanto a la ganadería, un 78,9% afirmó que es necesario poner en marcha créditos a largo plazo para recomponer la actividad. La pérdida de pasturas fue, según los productores, el principal recurso afectado por la sequía. “Vamos a necesitar financiamiento para recuperar los recursos forrajeros; hoy no tenemos pasto”, advirtió Josifovich.
La situación para la ganadería se verá también complicada por la pérdida de maíz, utilizado como complementación en algunos planteos productivos. “En marzo no va a haber maíz”, dijo el ruralista en referencia al fracaso de la siembra temprana del cereal.
