15/08/2023. NACIONALES.
Este lunes hasta las 20:00 se habían registrado en la plataforma Sio Granos operaciones de venta de soja disponible por menos de 2500 toneladas. La nada misma.
El problema de haber “toqueteado” el mercado de soja hasta romperlo es que alteró completamente las expectativas de los vendedores, quienes se aferran cada vez más a las partidas de soja que aún tienen en su poder ante el temor de perder capital de trabajo con una “mala” decisión de venta.
La cuestión no es “el precio” de la soja, sino conocer el poder de compra del poroto con respecto a los insumos necesarios para poder encarar los costos de la campaña gruesa 2023/24. Hasta que no haya certezas sobre esa relación de precios, es poco lo que puede esperarse en el mercado.
El inconveniente es que los insumos –muchos de ellos importados– están tan sometidos a factores cambiarios y tributarios difíciles de evaluar y pronosticar que no resulta sencillo obtener cotizaciones. Cada uno defiende lo suyo como puede.
El momento para aplicar una devaluación brusca no podría ser menos oportuno porque es la época del año en la cual los empresarios agrícolas comienzan a diseñar la siembra de maíz temprano y soja de primera, dos cultivos clave para el sector agropecuario y también –no olvidar– para todos los sectores económicos que dependen de las divisas generadas por ambos.
Mientras todas esas dificultades se presentan, en muchas zonas productivas hay gente gritando –con la esperanza de que sus reclamos lleguen hasta la ciudad de Buenos Aires– que la situación hídrica, lejos de recomponerse, sigue siendo desesperante.
El “telón de fondo” del drama resultante de los resultados de las elecciones primarias, que castigaron a la fórmula oficialista encabezada por el propio Massa, es que el agro seguirá siendo en los próximos meses la principal fuente de abastecimiento de divisas en un contexto de crisis cambiaria recurrente.
