Para no perder. El insólito motivo por el que la Argentina deriva negocios millonarios a Brasil y Uruguay

Los importadores y operadores de comercio exterior que se encargan de traer insumos agrícolas al país están descargando la mercadería en los puertos de los países vecinos y piden que se pague en dólar billete


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Para no perder. El insólito motivo por el que la Argentina deriva negocios millonarios a Brasil y Uruguay


En el comienzo de la campaña de granos gruesos 2023/24, la más voluminosa del agro, hay un retraso en el ingreso de fertilizantes al país por las trabas en comercio internacional. Según relatan los distribuidores y los industriales, por el entorpecimiento del Sistema de Importaciones de la República Argentina (Sira) los importadores y operadores de comercio exterior descargan la mercadería en los puertos de Uruguay y Brasil y exigen que se les pague en “dólares billete” antes de transportarla a la Argentina, para “no perderla”. En los primeros ocho meses, la Argentina importó un 20% menos de insumos agropecuario que en 2022, de acuerdo con un relevamiento privado.

“La mercadería nos está llegando en gran mayoría a los puertos de Brasil y Uruguay. Los barcos, por algún motivo que no está claro, están bajando los productos en los puertos de la región, luego la misma naviera lo trae a la Argentina. Esto provoca un retraso porque lo hacen en forma parcial. Las empresas de fertilizantes prácticamente no están haciendo operaciones. Las de fitosanitarios, algunas están haciendo operaciones. La actividad, prácticamente tiende a un nivel cero”, dijo Diego Napolitano, prosecretario de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba).

Una de las hipótesis que manejan en el sector es que las navieras podrían querer asegurarse que la empresa importadora “pague en dólares billetes” contantes y sonantes. En el sector de la importación explicaron a LA NACION, que dado que hay mucho retraso en las autorizaciones de las Sira, y teniendo en cuenta que es mercadería que está en alta mar, ya subida en los barcos y camino a la Argentina, hay empresas que toman la decisión de último momento de derivar la mercadería a los países limítrofes. Esto, explicaron, lo hacen “para no perder la mercadería y tener forma de pagarla”. “Lamentablemente, se trata de mercadería que venía como insumo estratégico para la próxima siembra y se termina trasladando a los países de la región ante la imposibilidad de no tener las autorizaciones correspondientes del gobierno nacional”, completaron en un eslabón de la cadena.

 

En esta industria indicaron que todavía no saben por qué las navieras están haciendo la operatoria, por lo que entienden que la situación que se está viviendo “preocupante”. Los insumos agropecuarios llegan a los puertos de San Nicolás, San Lorenzo, Necochea, Ramallo, y Bahía Blanca. En fertilizantes, según datos de la Secretaría de Agricultura, entre enero y agosto ingresaron al país 2.083.481 de toneladas, provenientes de Marruecos, Estados Unidos, China, Perú y Egipto, entre otros destinos. El año pasado en el mismo periodo se importaron en total 1.990.612.

Desde Cedasaba aclararon que el problema se estaría dando también en los fitosanitarios. “Cuando se trae una mercadería de China, se pauta precio CIF [Costo, seguro y flete, por sus siglas en inglés], independientemente de que se baje en Brasil, nosotros lo esperamos en puerto argentino y la naviera se tiene que arreglar para traerlo acá. Por eso, no se tiene en claro el porqué [se pagarían en dólares billete]. Como efecto inmediato está la demora en la llegada de los grados técnicos [la materia prima] o el producto para luego formularlo”, añadió Napolitano.

La incertidumbre es extensiva tanto en las multinacionales como las medianas empresas, dicen en el sector. “Es tal la magnitud que este miércoles entramos a un feriado virtual hasta el 23 de octubre, en el sistema de pagos y cobranzas. La sugerencia de muchos actores es dejar de hacer el mayor movimiento posible: cuanto menos se mueva, menor será el margen de error”, sostuvo. En las empresas están “sobreactuando” una devaluación que podría darse el lunes subsiguiente a las elecciones generales, dice. Hoy están virtualmente en feriado y casi no están tomando pagos: “Es un gran feriado cambiario que va a durar dos semanas mínimo hasta luego de las elecciones”, añade.

 

En línea con lo que sucede en este sector, Armando Allinghi, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), agregó que si bien los embarques están llegando, está el problema latente en la aprobación de las Siras que frenan a la cadena. “Esto lo que está haciendo es que se genera una demora en el puerto de San Nicolás, que es donde entra la mayor cantidad de fertilizantes. El producto que llega se baja a depósito fiscal y está la espera de la aprobación de la Sira. Desde hace un tiempo a esta parte que se frenó y no tenemos bien claro cuáles son los motivos, pero el ritmo de aprobación era lento, pero ahora es mucho más”, dijo.

Si bien hasta hace un tiempo no hay una previsibilidad, las empresas podían seguir trayendo y finalmente las Sira salían aprobadas. “Notamos que hay un retroceso en el volumen, comparado con el año pasado”, puntualizó. De acuerdo con un relevamiento que maneja esa cámara, hasta agosto estaban un 20% abajo en volumen en toneladas comparado con el año pasado en fertilizantes.

 

En el canal de distribución, dijo Allinghi, no se nota mucho la baja porque el productor todavía está esperando a que cambien las condiciones climáticas. “Todos los fertilizantes hay que traerlos antes de diciembre; cuando ves la curva de importaciones se ve que desde abril a noviembre son meses muy importantes”, afirmó y dijo que las empresas tienen la voluntad de operar, pero les resulta difícil cuando no tienen la posibilidad. “En los fitosanitarios pudo haber habido más remanente en el canal, por la sequía, pero en algún momento se va a consumir”, agregó.

Por último, deslizó que la demora en la aprobación de las Siras impacta en los costos del flete y que se convierten en dólares que salen del país sin ninguna prestación. Esto se origina por la demora en la descarga mientras se esperan las aprobaciones del mecanismo.



Fuente: La Nacion







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