Informe. Se perdieron 2,5 millones de toneladas de maíz por el calor y una temible plaga

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo a 54 millones de toneladas la cosecha del cereal; también estimó menor producción para el girasol


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Informe. Se perdieron 2,5 millones de toneladas de maíz por el calor y una temible plaga


El impacto de la ola de calor de febrero pasado en los planteos de fecha intermedia y tardía en el centro del área agrícola, sumado a la creciente incidencia y severidad de Spiroplasma kunkelii (la chicharrita) en siembras tardías del centro y norte del país, no permitirán alcanzar la producción de maíz esperada hasta la semana pasada. En rigor, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó la proyección de este cultivo en 2,5 millones de toneladas y calculó 54 millones de toneladas.

En ese sentido, la entidad dijo que “los principales recortes en la proyección de producción se ubican en el centro-norte de Santa Fe y en la provincia de Entre Ríos, explicados por la alta severidad de la enfermedad mencionada y en el centro-oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa, producto del estrés termo-hídrico sufrido durante febrero”.


“Luego de una semana con abundantes lluvias en gran parte del centro y sur del área agrícola, la cosecha de maíz grano comercial cubre el 3,7% del total implantado, con un avance intersemanal de tan solo 0,5 puntos porcentuales. Durante la última semana la condición entre normal y excelente cayó 4 puntos porcentuales, alcanzando dicha condición al 79% del área”, indicó.

En tanto, la cosecha de girasol marcó un progreso intersemanal de 16,4 p.p., cubriendo a la fecha el 59,2 % del área apta para el ciclo 2023/24, dijeron. “Las labores se concentraron fundamentalmente en las regiones del sur del área agrícola durante los días previos a la llegada de las lluvias a este sector. A partir de entonces, se ralentizó la entrada de las máquinas a los lotes y a la fecha se mantiene una demora interanual de -13,7 p.p”, expresaron.

Remarcaron que la proyección de producción “cae unas 200.000 toneladas y se ubica en 3,6 millones de toneladas, donde el rinde promedio nacional se ubica en 20 qq/ha”. “Los rindes obtenidos en Buenos Aires y La Pampa arrojan resultados que van entre 8 y 35 qq/ha, dependiendo del manejo, condiciones climáticas y adversidades que atravesó el cultivo a lo largo del ciclo, con promedios por debajo de los históricos. Esto se explica fundamentalmente por el bajo peso de los granos en respuesta al estrés termo-hídrico sufrido durante los meses de enero y febrero mientras el cultivo transitaba etapas de diferenciación, formación y llenado de las estructuras reproductivas”, agregaron.

En este contexto, la BCBA no descartó “futuros ajustes, luego de que se evalúe el nivel de los daños provocados no solo por los recientes temporales de viento y granizo sino también por el aumento de los registros de phomopsis y otras enfermedades de fin de ciclo”.

Para la soja, el 35,2% de la oleaginosa de primera transita desde madurez fisiológica, principalmente sobre ambos núcleos y, el 73% de la soja de segunda se encuentra transitando su periodo crítico, bajo óptimas condiciones hídricas.

“El 84% de la soja presenta una condición de cultivo normal/excelente, con un 77,6% presentando una condición hídrica adecuada/óptima. El 36% de la soja de segunda ya ha iniciado llenado de grano bajo óptimas condiciones de humedad”, destacaron.

“Las últimas precipitaciones encuentran a los planteos de segunda sobre ambos núcleos con más del 50% de los lotes en llenado de grano. El rinde promedio esperado semanal para soja de primera sobre ambos núcleos se posicionó en 40 qq/ha, con picos de 45 qq/ha sobre Isla Verde, Venado Tuerto, Rojas y Villa Cañas, según informan nuestros colaboradores. Sobre el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires, donde el 18% de la soja de primera se encuentra entrando en madurez fisiológica, el rendimiento promedio semanal se ubica en 31 qq/ha. Colaboradores informan mermas en el rendimiento potencial por aborto de flores y vainas a causa de las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones de fines de enero y principios de febrero”, cerraron.



Fuente: La Nacion







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