CONTROL BIOLÓGICO DE LAS PLAGAS DE MOSCAS EN EL GANADO

Las moscas se encuentran en todos los continentes a excepción de la Antártida La lucha mediante el control biológico de plagas es un aspecto desconocido porque lo habitual es el control químico. En este artículo se explica en qué consiste el control biológico de la mosca del ganado y se exponen algunos datos de los trabajos realizados tanto a nivel de campo como experimental.


amanecer rural

Las características geográficas de la península ibérica, asociadas a unas condiciones climáticas favorables (cálidas y húmedas), han permitido el desarrollo de infinidad de especies. Además, los cambios del clima de nuestra región están variando la distribución temporal y espacial, así como la dinámica estacional e interanual de patógenos, vectores, hospedadores y reservorios. Sea cual sea la causa, es un hecho innegable que en las explotaciones ganaderas ha aumentado notablemente el número de dípteros.

En la actualidad se han identificado más de 150.000 especies de moscas y mosquitos en el mundo, de las que 7.200 se han detectado y clasificado en la península ibérica, y su control constituye uno de los aspectos más importantes, debido a sus repercusiones sobre la salud, el bienestar de los animales y la economía de la propia explotación.
El control efectivo de estos dípteros requiere la gestión integrada del estiércol, la captura masiva de adultos, el control biológico y el uso selectivo de insecticidas. Sin embargo, el control químico mediante insecticidas de las moscas domésticas es difícil debido a la rapidez del desarrollo de resistencias.
 

Repercusiones sobre la salud y el bienestar de los animales y la economía de la explotación
Los dípteros, como parásitos externos, suelen ser uno de los grandes problemas de la ganadería en determinadas épocas del año. Entre los que mayores perjuicios ocasionan en las explotaciones ganaderas se encuentran los dípteros ciclorrafos. Estos insectos pueden ser vectores de patógenos, por lo que pueden afectar la salud humana y animal. La transmisión de patógenos por dípteros adultos ocurre por desprendimiento del exoesqueleto, deposición fecal y regurgitación. Algunos estudios indican que desempeñan un papel importante en la transmisión de virus, y se han descrito más de 100 patógenos vehiculados por la mosca doméstica. Sus patrones de comportamiento de oviposición y alimentación sobre materia en descomposición, excrementos humanos y estiércol pueden producir pérdidas económicas, actuando como vectores de enfermedades como gripe aviar, campilobacteriosis, enfermedad de Newcastle , diversas coccidiosis y cestodosis. El virus de Newcastle ha sido aislado de la superficie corporal de la mosca doméstica.
Además, la dolorosa picadura de la mosca de los establos (Stomoxys calcitrans) o su simple presencia, así como de la mosca doméstica (Musca domestica), inciden directamente en la producción láctea y en la ganancia de peso del ganado. Se ha descrito que ciertas moscas picadoras, como la mosca del cuerno, relacionada con el ganado bovino y que también parasita otras especies, pueden ocasionar pérdidas significativas de carne y leche. Existen numerosos estudios que establecen una relación directa entre la presencia de moscas y mosquitos y pérdidas productivas en las explotaciones debido al empeoramiento del bienestar de los animales. Los individuos atacados por estos insectos están intranquilos, molestos, comen menos, no descansan y su manejo es más difícil. También molestan a los operarios de la explotación o a las personas que viven en las proximidades de las granjas.
Otro de los inconvenientes, que no se suele tener en cuenta económicamente y que supone grandes costes de mano de obra en las explotaciones, son las excreciones (heces y vómitos) de los dípteros. Las moscas ensucian las instalaciones y equipos a gran velocidad.

Para determinar la concentración de moscas y mosquitos se utilizan trampas que atrapan individuos y permiten la monitorización periódica de poblaciones. Otro método consiste en el control de sus excreciones. En estudios recientes realizados en las instalaciones ganaderas experimentales del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universitat Politècnica de València, se han contabilizado hasta 35.000 deyecciones por metro cuadrado en un intervalo de tres días.
Entre las principales especies de moscas que generan problemas serios en ganadería podemos destacar Musca domestica y Stomoxys calcitrans, así como diversas especies de los géneros Muscina, Calliphora, Sarcophaga, Ophyra y Fannia.

Control de dípteros mediante parasitoides
El control de moscas está basado principalmente en la aplicación de insecticidas. Sin embargo, en las últimas tres décadas se están empleando métodos alternativos y complementarios, fundamentalmente debido al riesgo primario de los residuos de insecticidas en productos animales y estiércol para el personal y los animales, y por el rápido desarrollo resistencias a los insecticidas por parte de las moscas.
Un método alternativo para el manejo de poblaciones de moscas en granja es el control biológico, es decir, el empleo de otros organismos, enemigos naturales de estas moscas, que pueden regular sus poblaciones, disminuyéndolas a niveles no nocivos. Así, destaca el uso de himenópteros parasitoides de pupas de dípteros de la familia Pteromalidae, que introducidos en la granja pueden disminuir las poblaciones de moscas presentes en ella y minimizar los perjuicios económicos y el nivel de molestia que ocasionan, ya que las moscas se encuentran en las camas de los animales, sobre ellos, en los comederos y bebederos y depositan los huevos en estos lugares.
Estos organismos son ectoparasitoides que para completar su desarrollo ponen huevos dentro de los puparios de los dípteros, sobre el cuerpo de los mismos. De estos huevos emergen las larvas que se alimentan del cuerpo de la mosca, creciendo progresivamente y hasta consumir por completo al díptero y emerger, en forma adulta (de avispilla) del pupario, a través de un agujero circular característico que originan con sus mandíbulas .

Entre los himenópteros parasitoides, es habitual que las hembras utilicen al organismo hospedador no solo para la puesta de huevos sino también para alimentarse de él, ya que a partir de ellos obtienen las proteínas necesarias para una óptima producción de huevos. El proceso de alimentación en estos pteromálidos parasitoides de moscas va precedido de una exploración con las antenas y una serie de golpes e introducciones del ovipositor de la hembra en el pupario del hospedador. Esta secuencia se repite varias veces hasta que finalmente lo extrae y puede alimentarse del líquido que emana del pupario.
En cuanto al proceso completo de puesta de huevos por parte de una hembra en un pupario de mosca, y desarrollo de dicha puesta, se pueden observar una serie de pautas de comportamiento bien características.

Selección de hospedador
De forma similar que con la selección de un hospedador para alimentarse, la hembra explora el pupario con las antenas, para a continuación taladrar la superficie de este con el ovipositor. En la elección del hospedador, tanto para la oviposición como para la alimentación, se ha comprobado que las hembras son capaces de discriminar entre pupas de mayor o menor edad, por su coloración y por la luz que las atraviesa. A pesar de que no afecta a la supervivencia de la descendencia, sí parece tener efecto sobre el número y tamaño de esta, ya que generalmente es más efectiva la puesta sobre hospedadores jóvenes. Los hospedadores mayores aportan una menor cantidad de alimento para la cría, puesto que parte de la biomasa del díptero se ha endurecido, como corresponde a los tejidos adultos, y la larva del parasitoide no puede alimentarse bien de ellos .



Fuente: Guzmán, F. Beitia J. Tormos F. Calatayud, I. Pérez-Baena y B. Peris







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