CONOCIENDO LAS INTERACCIONES MALEZAS EN GIRASOL

Cuando el productor decide implantar un cultivo anual estival debe en general optar previo al establecimiento de la sementera por diversas alternativas técnicas que van desde escoger el antecesor, barbecho, elección del cultivar, época de siembra, etc., hasta prever como manejará las plagas que afectarán el futuro cultivo.


amanecer rural

Las malezas anuales y perennes constituyen uno de los factores más importantes a tener en cuenta en el ciclo de desarrollo del cultivo, pues afectan al mismo en la producción en calidad y cantidad.
En lo atinente al manejo de las malezas que invaden el potrero donde se instalará el cultivo es importante conocer con que clase de problemas nos enfrentaremos en su desarrollo, en especial conociendo las especies que invaden el lote y tratando de limitar su incidencia en los pasos previos a la siembra de la misma.
En el transcurso del año de implantación de la sementera, desde el otoño el productor se encuentra frente al manejo de dos sistemas vegetales que conviven e interactúan. Uno artificial, el cultivo, planteado dentro de un sistema orgánico, compuesto por especies escogidas, de excelente poder germinativo, sembradas con todos los ingredientes tecnológicos disponibles, época de crecimiento, vida útil, calidad y cantidad de la producción conocidas y evaluadas, insumos tecnológicos de alto costo; por otro lado y creciendo simultáneamente se presenta un sistema vegetal natural, adventicio, ruderal, compuesto en la mayoría de los casos por un grupo de especies (invasión multiespecífica de germinación y crecimiento variable), que se han multiplicado en el lote a través de los años de acuerdo con su modalidad de reproducción, formando bancos de semillas o órganos especiales de reproducción, que aparecen en flujos discontinuos de acuerdo a condiciones climáticas y de suelo, las que, en la mayoría de los casos, cuando son aprovechables, tienen bajo valor forrajero, contienen principios tóxicos u otros componentes que las hacen poco apetecibles por el animal; muchas de estas especies son de crecimiento anual o bianual y otras son de ciclo perenne, con características invasoras especiales que permiten su sobrevivencia durante años.
Estos dos sistemas interactúan entre sí durante el periodo de desarrollo del cultivo, tratando de predominar el uno sobre otro dentro del proceso de la sucesión natural vegetal. Es decir que las diversas especies (tanto naturales como cultivadas) se influirán entre sí, tratando de ganar espacio o de excluirse mutuamente. Como resultado de esta interacción mutua muchos de los componentes del sistema mixto que aparece en el escenario desde la implantación, serán afectados o desaparecerán y otros, en relación directa con su capacidad de adaptación prevalecerán y se constituirán en parte predominante de la vegetación. Dentro del esquema de producción planteado el productor busca la máxima productividad del sistema artificial y la misma estará en relación directa a como interactúen los componentes tanto internos como externos al mismo.
Si la presión tecnológica de manejo que ejerce el productor es lo suficiente eficaz y equilibrada el cultivo cumplirá los objetivos de producción en calidad y cantidad, dentro del plazo previsto de vida útil planificado. Si esa presión de manejo es poco eficaz o mal ejecutada los beneficios serán diluidos o reducidos por el sistema adventicio natural y en los casos extremos tendremos el predominio de un sistema poco equilibrado, caótico, multiespecífico y de comportamiento impredecible.
Frente a esta problemática común que año a año se repite en cada ciclo de implantación de los cultivos en nuestra región semiárida pampeana el productor se encuentra ubicado frente a diversos escenarios que estarán constituidos por cultivos y sistemas de malezas que interactúan con los mismos. Estos diversos escenarios varían de acuerdo con la calidad y cantidad de sus componentes, pero en la mayoría de los casos son muy difíciles de prever. 
En no pocas oportunidades el sistema adventicio natural es un conglomerado de individuos
multiespecífico, de hábitos de crecimiento otoñal, inverno-primaveral, anuales y/o de hábito perenne. El hábito de crecimiento y desarrollo de muchas de estas especies es disímil, de acuerdo con los bancos de semillas que dispongan en el suelo del lote y de su potencial reproductivo. Asimismo en estas situaciones multiespecíficas el tamaño relativo de las especies guarda relación con los otros componentes de los sistemas que interactúan y se transforma en un factor muy importante en relación con la competencia e interferencia con los demás integrantes.
Estos distintos escenarios planteados son además de comunes muy disímiles en su evolución a lo largo del año y en su conocimiento y manejo debe basar el productor el éxito de producción de su sistema.

Secuencia de emergencia relativa de malezas. Una herramienta de manejo.
El éxito del manejo integrado de malezas se basa en la adaptación de las estrategias de control a los problemas específicos de malezas en el campo. 
Quien maneja no solo debe conocer cuales son las especies y su dimensión en infestación sino también entender su distribución y los estados de desarrollo a través del campo. 
Una mejor información sobre como evoluciona la emergencia y desarrollo de malezas puede ayudar a determinar los momentos para hacer más efectivas de las aplicaciones de tratamientos de "quemado". 

Ciclo de vida de las malezas
El ciclo de vida de las malezas es importante para entender las secuencias de emergencia.
Las malezas con diferente ciclo de vida también tienen diferentes requerimientos para el establecimiento de las plántulas, desarrollo y reproducción.
Se clasifican de acuerdo al ciclo de vida en:
1. Especies anuales: completan su ciclo de semilla a semilla en menos de 12 meses.
Especies Anuales de verano: emergen en la primavera o verano temprano y producen semilla durante la misma estación de crecimiento (ejemplo Ipomea o Setaria). Estas especies, con ciclo de vida mimetizado al de cultivos como girasol, maíz, soja, representan el grupo más problemático en estos cultivos. 
Especies anuales  de invierno: emergen en el verano tardío o otoño, sobreviven el invierno y producen semilla durante la primavera tardia o verano temprano (ejemplo Bromus o Capsella). Algunas de estas especies también pueden convertirse en anuales de verano (ejemplos Avena fatua o Lactuca). Las anuales de invierno requieren que no haya movimiento de suelo desde el otoño hasta el verano de la próxima estación, de allí que las técnicas de SD proporcionan los requerimientos exactos para que esto se cumpla. 
2. Especies  bienales: completan su ciclo en dos años. En el primer año permanecen en estado vegetativo y acumulan reservas en sus raíces. Florecen y producen semillas en la segunda estación de crecimiento. Debido a que necesitan condiciones de suelo sin movimiento durante dos ciclos, se encuentran con mayor frecuencia en campos que están en sistemas de SD. Dependiendo de condiciones climáticas y fertilidad de los suelos estas malezas a veces se comportan como anuales o a veces cortamente perennes.
3. Especies herbáceas perennes: viven más de dos años. Generalmente la parte aérea muere cada invierno con las partes subterráneas originando nuevos desarrollos cada año.
Perennes  simples: producen una raíz principal pivotante sin yemas de rebrote o rizomas y se diseminan solo por semillas (Taraxacum). 
Perennes rizomatosas o bulbosas: tienen raíces con yemas, rizomas, o bulbos, lo cual produce nuevas plantas y semillas (Convolvulus, Cyperus, etc.). 
La aparición y persistencia de especies perennes generalmente se incrementa con la disminución de las operaciones de laboreo.

Momento de emergencia de malezas y manejo
La mayoría de los bancos de semillas de los campos agrícolas contienen numerosas especies. El conocimiento de cuando estas especies pueden emerger es importante para planificar programas efectivos de control 
Cada especie de maleza tiene uno o más períodos de alta emergencia.
Mientras la fecha de emergencia inicial varía ampliamente año a año, el ORDEN DE EMERGENCIA para diferentes especies permanece relativamente constante. 
La DOSIS DE EMERGENCIA también varía entre especies. El momento de emergencia de malezas influencia cuales de las especies pueden ser las más problemáticas malezas en un determinado sistema de producción o por otro lado cuales de ellas las más sensibles a ciertas medidas de control. Por ejemplo especies que completan su ciclo de emergencia temprano son destruidas en las operaciones mecánicas de preparación de la cama de siembra o con la aplicación de tratamientos de "quemado" con herbicidas en presiembra de cultivos de verano. Esto provoca reducciones en la infestación de malezas.


 



Fuente: Rodríguez Nicasio







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