El INTA capacita a formadores en BPA para la producción de frutas y hortalizas

Mediante la Resolución Conjunta N°5/2018 de las Secretarías de Agroindustria y Salud de la Nación, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en frutihorticultura fueron incorporadas al Código Alimentario Argentino (CAA). De esta manera, la normativa entrará en vigencia el 2 de enero de 2020 para frutas y el 4 de enero del 2021 para hortalizas.


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El INTA capacita a formadores en BPA para la producción de frutas y hortalizas


Esto genera una nueva demanda para el sector, que debe adecuar su sistema de producción para dar cumplimiento a esta exigencia. También, para las instituciones de ciencia y técnica como el INTA que deben contribuir a ese proceso.

Con este desafío, la Secretaría de Agroindustria junto al SENASA y el INTA dictaron un curso virtual de “Formador de Formadores” en Buenas Prácticas Agrícolas, cuyo objetivo fue la formación de profesionales en todo el territorio nacional. Por este motivo, en nuestra región participaron técnicos del INTA Famaillá.

Como el curso exigía, además, la difusión y replicabilidad de los conocimientos adquiridos, especialistas de la Institución realizaron una serie de capacitaciones en la sede de la EEA Famaillá y las Agencias de Extensión Rural Lules y Banda del Río Salí durante las primeras semanas de julio. Allí, fueron capacitados técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, estudiantes avanzados de la Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ-UNT), representantes de la Municipalidad de Lules, investigadores y asesores.

Los encuentros consistieron en una charla teórica sobre los diferentes componentes de las BPA a cargo de especialistas de la Institución y una parte práctica con recorridas y entrevistas a productores frutihortícolas para conocer su realidad y socializar la propuesta.

Buscando brindar estrategias y herramientas para el asesoramiento y acompañamiento del sector, se focalizó en que las Buenas Prácticas Agrícolas son todas las acciones tendientes a reducir los riesgos microbiológicos, físicos y químicos en la producción primaria de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras y aromáticas). Se trata de prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental, económica y social de los procesos productivos de la explotación agrícola, que agregan valor y garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos y los productos no alimenticios. De esta manera, se protege la salud de la población y se mejora la calidad de los alimentos y el cuidado de los recursos y el medio ambiente.

En este sentido, la normativa recientemente aprobada busca proteger a los consumidores, estableciendo la obligatoriedad de conocimiento sobre BPA en la producción frutihortícola, el cumplimiento de requisitos mínimos y la documentación obligatoria/trazabilidad asociada a la implementación de éstas prácticas en sus producciones. Estos requisitos requieren el cumplimiento de los siguientes compromisos:

 

1. Inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA).

2. Identificación de los alimentos frutihortícolas producidos, empleando etiqueta/rótulo, en el cual se consigne los datos previstos en la normativa vigente.

3. Uso de fertilizantes y enmiendas registrados en SENASA.

4. Cumplimiento de las recomendaciones y restricciones de uso de productos fitosanitarios, como así también el registro de la aplicación. Sólo deben utilizarse productos autorizados por el SENASA, que deben ser almacenados en un depósito específico cerrado con llave. El manejo de sus envases debe ajustarse a la reglamentación legal vigente.

5. Uso eficiente, seguro y racional del agua. En caso de no contar con agua potable, para uso doméstico o lavado de frutas y hortalizas deberá ser tratada con métodos apropiados.

6. Impedimento al ingreso de animales a las áreas cultivadas y zonas de manipulación de productos cosechados. Los animales de trabajo que se utilicen para otras tareas deberán estar sanos, vacunados y desparasitados.

7. Implementación de las BPA a cargo de profesionales/técnicos.

El marco legal para la implementación de las buenas prácticas incluye normativas de distintos niveles jurisdiccionales (nacional, provincial y municipal), que deben ser conocidas por los productores.

De esta manera, el INTA contribuye a la difusión y sensibilización sobre la necesidad de implementar las BPA, que próximamente entrarán en vigencia, aportando a la sustentabilidad del sector con la producción de alimentos para el consumo o procesado de forma segura y saludable”, coincidieron los Ings. Germán Alderete, Carlos Aragón, Soledad Carbajo Romero y Marcelo Blanco del INTA.



Fuente: INTA EEA Famaillá







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