En Chaco aumentará la superficie de cultivo del algodón y preocupa la creciente presencia del Picudo

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) viene realizando un importante trabajo para avanzar en las variedades transgénicas de algodón que permitan al productor rentabilizar su inversión, aumentar la superficie de siembra, y la calidad de la fibra.


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En Chaco aumentará la superficie de cultivo del algodón y preocupa la creciente presencia del Picudo


“Hace muchos años hacemos capacitaciones aquí y en todas las provincias algodoneras, pero estamos en un año especial, donde la falta de destrucción del rastrojo es central, y el vacío sanitario no se pudo hacer de forma correcta y habilitó que la plaga, naturalmente este presente de forma permanente, y nos encontraremos con un panorama complicado”, explicó el ingeniero Juan Chancalay, director Fiscalización y Control Fitosanitario del Chaco.

“Estamos ocupados para el desarrollos de esta campaña, tratando disponer de forma gratuita trampas y feromonas en productores de menos de 100 hectáreas, y también que todos los productores sepan qué hacer cuando este implantado”, indicó respecto a la jornada.

Población inusual. Chancalay se sinceró en cuanto la situación y remarcó que “ya estamos viendo que ésta en una población inusual, superior a la normal, por eso entre todos, organismo y productores tomar medidas necesarias. Principalmente conociendo el movimiento de la plaga”.

Aumento de superficie. Respecto a las perspectivas en cuanto a la superficie, Chancalay confió en que aumentará. “Estaremos en presencia de un incremento del área sembrada. La inundación trajo muchísimos problemas, y aquellos que siempre fueron girasoleros y no puedan sembrar, volverán al algodón. La expectativa es muy buena”.

Conocer al enemigo. La Ingeniera Macarena Casuso, del INTA Las Breñas, trabaja, en conjunto a colegas e instituciones para continuar conociendo la plaga del Picudo, y su impacto. Casuso remarcó que “lo que hay que tener en cuenta, son los grados/días que tiene el insecto, para poder hacer aplicaciones efectivas, y para ello hay que conocerlo bien, mediante el monitoreo y las trampas”.

Casuso agregó “nosotros podemos llegar a ser más efectivos, ya que en la zona, hay campos abandonados, y tenemos mucho rastrojo en pie, y esto hay que tenerlo en cuenta. Instalar las trampas para conocer cómo está la situación y seguir con el monitoreo del cultivo”.

“El picudo tiene un rango óptimo desde los 15 a los 35 grados, por lo cual es importante conocerlo, para saber que en enero tenemos temperatura de 25 a 35 grados, el tiempo se acorta en la maduración del insecto, y poder hacer la aplicación en el momento adecuado para gastar menos, y rotar los productos, algo que siempre hay que hacer para ser más efectivo”, remarcó.

“Esta es una plaga de cuidado, pero forma parte de un conjunto de plagas por lo cual conseguir conocer la dinámica del mismo, es la clave”, sintetizó.



Fuente: Diario Norte







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