De la venta de granos a la compra de insumos, el productor pierde un 7,1 % del valor de la cosecha

La agricultura podría entrar en un esquema defensivo y de menores rindes, lo que se traduce en una pérdida de US$ 2.100 en la cosecha.


amanecer rural

El Economista Jefe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ezequiel de Freijo, advirtió durante una presentación el impacto que genera el contexto actual sobre la producción agrícola.
"Por una serie de razones, la agricultura en la Argentina va a un esquema a la defensiva", destacó y enumeró los precios externos más volátiles, la presión tributaria, la falta de crédito y la distorsión en el pago de insumos como los factores de impacto.

Cae el uso de tecnología
El contexto podría afectar el paquete tecnológico que se aplica sobre los cultivos en Argentina. Cabe destacar que el nivel de utilización de tecnología medio y alto pasó de 79 % en 2010/11 a 91 % en la campaña 2018/19.
"Cuando hay restricción de dólares, los insumos aumentan", destacó en relación a las medidas que implementó el Banco Central este año, que impactó sobre la cotización interna de los fertilizantes, como la UREA, y herbicidas, como el glifosato, pese a las aclaraciones de la entidad monetaria.
De Freijo señaló que actualmente hay una diferencia de 7,1% entre el dólar billete vendedor vs dólar comprador $70, lo que genera pérdidas para el productor en el pago de algunos insumos (que se facturan a dólar billete BNA vendedor) mientras que para pagarlos se toman los granos al dólar comprador: "Si cancelaste el pago de insumos el martes los productores perdieron solo por diferencia de cambio un 7,1% del valor de los insumos pagados".
En el caso de agroquímicos y los fertilizantes, se usa dólar divisa: "También se generan diferencias a causa del descalce de plazos entre el momento de emitir la orden de venta y el momento efectivo de pago de los granos. Esto genera fuertes pérdidas en un contexto de alta volatilidad del tipo de cambio", agregó.
Bajo este marco, con una menor tecnología aplicada en los cultivos, el economista de la SRA estima que el impacto sobre el rendimiento podría derivar en una caída de 8,5 millones de toneladas para la cosecha. Lo que representa una pérdida de US$ 2.100 millones en producción.
De Freijo mostró que la presión tributaria en 2019 fue del 37 % del PBI total. En tanto, la relación entre la recaudación por derechos de exportación y el total de ventas al exterior pasó de un 19 % en 2019 a un 24 % en la actualidad, lo que muestra un aumento del 26 % en la presión fiscal del impuesto que más impacta en el agro.
Además, el crédito está afectado desde el 2013: "El crédito al sector agroindustrial cayó a menos de la mitad (7,6% a 4,3%)". "Por más que uno quiera pedir crédito, se lo está llevando al sector público para financiar la política de esterilización, para que la emisión monetaria no se transforme en una inflación fuerte", explicó.

Agricultura: qué hacer
Frente a este escenario, el economista recomendó realizar un manejo eficiente de las aplicaciones y diversificar los riesgos de mercado. Se deberán evaluar seguros dado que el clima no acompaña y trabajar sobre la eficiencia de los planteos, con un manejo de las aplicaciones.
También recomienda cuidar la liquidez y aprovechar los planes de canje, con las ventajas fiscales que esta operatoria conlleva. También aprovechar la estacionalidad de los precios y evaluar coberturas a través de las herramientas que ofrece el mercado.
Por último, aconsejó evaluar posibilidad de diversificar hacia cultivos tales como: Girasol, Poroto, Arveja, Garbanzo, Maní, Maíz pisingallo. "Pueden generar una mejora en el margen para mantener al negocio", concluyó. 



Fuente: Agrofy News







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