17/05/2023. NACIONALES. Política Agropecuaria
Importar alimentos para bajar la inflación fue el gran anuncio del Gobierno. Sin embargo, la medida no cayó en gracia en el sector agropecuario.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) cuestionó la decisión del ministro de Economía, Sergio Massa. “Desalentar exportaciones e importar alimentos, el reino del revés”, sostuvo la entidad que preside Jorge Chemes.
El número de inflación superó los ocho puntos y obligó al Gobierno a tomar medias. Entre ellas, se anunció aumento de tasa de interés, intervención en el mercado de capitales y la importación de alimentos con arancel cero para presionar la competencia y provocar una baja en los precios.
“Son medidas que aceleran una inflación de origen monetario-fiscal, por la emisión para financiar el déficit, pero que ya adquiere una dinámica inercial creciente mes a mes”, destacó la entidad. En cambio, pidió aplicar una nueva política antiinflacionaria.
Al mismo tiempo, CRA apuntó contra esta medida que requeriría de dólares del Banco Central para la compra de alimentos. “Esas reservas son imprescindibles para importar insumos que no se producen en el país, desde fertilizantes hasta piezas y accesorios de tecnologías varias para distintas actividades productivas”, argumentó la entidad del agro
Las preguntas sobre cuán aplicable es esta iniciativa es válida. Pero lo que está claro es la señal que se envía al sector empresario de los alimentos procesados y al campo.
El agro se pregunta qué impacto tendría en los productores de frutas, verduras, carne, leche y las producciones regionales. Además, sostiene que se podría agravar la situación financiera de las empresas.
“Las soluciones pasan por aplicar una nueva política antiinflacionaria y eliminar el déficit fiscal. Además, promover la producción y las exportaciones”, insiste el comunicado.
Como ejemplo, se citó al acuerdo Unión Europea- Mercosur. “En un país que puede alimentar a muchos otros, y que lo hace en menor medida por las políticas agropecuarias antiexportadoras, plantear importar alimentos es, de alguna manera, vivir en el reino del revés”, concluye la entidad.
