Llama la atención el momento. Fuerte polémica entre los exportadores y Aduana por una investigación de hace tres años

La cartera que dirige Guillermo Michel está detrás de supuestas “triangulaciones indebidas” y una sobrefacturación que alcanzaría los US$4 millones; las empresas del sector salieron al cruce


amanecer rural
Llama la atención el momento. Fuerte polémica entre los exportadores y Aduana por una investigación de hace tres años


La Aduana investiga a siete grandes exportadoras de soja por supuestamente sobrefacturar importaciones de poroto de soja. La oficina de Guillermo Michel dijo que las firmas presuntamente realizaban “triangulaciones indebidas”. El próximo miércoles se determinará y notificará a cada una la multa. La sobrefacturación alcanzaría los US$4 millones por operaciones que se habrían realizado entre 2020 y 2022. Desde la exportación deslizaron que “llama la atención” el momento en que se realiza el anuncio por operaciones pasadas justo cuando la AFIP tiene bloqueados pagos de importaciones.

Las empresas que están en la mira son Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, Cargill SA, Cofco International, LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company), Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata), Viterra Argentina SA. Desde la oficina de Michel aclararon a LA NACION que todavía están trabajando en la investigación contra las firmas, ya que las maniobras que se investigan son desde 2020 a 2022.

En un comunicado en la Aduana indicaron que “el efecto de las maniobras es el ahuecamiento de la base imponible de las operaciones en nuestro país y la fuga indebida de divisas”. Además, mencionaron que las operaciones documentadas constituyen transgresiones al artículo 954 del Código Aduanero, que refiere a declaraciones inexactas. Hay más de 3000 operaciones bajo análisis. En esa oficina señalaron que se presume que el verdadero objetivo de la maniobra es “fugar al exterior divisas obtenidas a valor oficial”.

“En todos los casos investigados, la maniobra consistió en importar la mercadería directamente desde Paraguay, con refacturaciones de intermediarios radicados en otros países”, afirmaron.

 

Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) explicaron a LA NACION que “la Aduana esta inventando investigaciones contra empresas exportadoras, sobre operaciones que se han realizado cumpliendo las condiciones normales de mercado”.

Allí dijeron que “llama la atención el momento de este anuncio cuando hacen referencia a embarques del 2022″. “Justo ahora cuando la AFIP bloquea todo pago de importaciones y nos lleva a la parálisis de molienda y exportación, condicionando al próximo Gobierno”, deslizaron.

Entre las “deducciones” que hacen en Aduana es que en las operaciones investigadas, la mercadería fue importada a la Argentina para ser procesada y luego reexportada. Esta práctica se realiza “bajo el régimen de importaciones temporales, el valor del insumo importado se deduce de los eventuales derechos de exportación del producto elaborado en la Argentina”. De esta forma, explicaron, la sobrefacturación de las importaciones les permitió a las empresas investigadas deducir casi US$4 millones más de lo que correspondía.

El circuito de la soja, según explica la Aduana, consistiría en que las firmas importaban de forma directa porotos de soja desde Paraguay a la Argentina. Mientras tanto, el de la facturación, presuntamente sería con un intermediario radicado en Suiza. Hablan de una supuesta sobrefacturación mayor al 32%.

“Nada puede explicar la comisión mayor al 30% que cobra el intermediario respecto de la mercadería adquirida en Paraguay. ¿Por qué no comprarle directamente al proveedor paraguayo a un valor 25% menor?”, deslizaron. Según agregaron, el valor declarado total es de US$16.210.925,41, y el valor real es de US$ 12.312.279,05. Es decir, esto representa una sobrefacturación de US$ 3.898.646,35, que representa un 31,66% más.

 

En las redes sociales, Ciara-CEC dijo que “el decreto 1330/2004 establece condiciones para la importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir un perfeccionamiento industrial, con la obligación de exportarlas para consumo a otros países. Este régimen permite a Argentina importar soja en momentos de escasez local, procesarla con empleo industrial argentino y exportar al mundo productos con mayor valor agregado. Una estrategia clave para nuestra economía. Los cuestionamientos de la Dirección General de Aduanas carecen de base, sin constancia en las empresas exportadoras. Los valores declarados se ajustan a las condiciones normales de mercado en el país de origen y de procesamiento”, indicaron.

“Inventar investigaciones contra empresas que invierten, generan empleos y divisas genuinas solo genera incertidumbre y pone en riesgo puestos de trabajo y flujos de exportación. Es inaceptable que se siga persiguiendo a la agroindustria, pilar del país y parte central de la transformación productiva y exportadora que necesita Argentina”, dijo Gustavo Idígoras, presidente de la entidad. Agregó: “En lugar de sembrar dudas, apoyemos a sectores clave para el desarrollo económico del país”.

“La agroindustria es un motor esencial para nuestro futuro”, enfatizó.

Cuánto se importó de soja desde 2020

De acuerdo con los datos oficiales del Senasa, en 2020 ingresaron a la Argentina 5.146.930 toneladas de soja. De esto, entraron 4.745.899 t desde Paraguay, mientras que de Brasil 382.855 t y de Uruguay 18.177 t. En tanto, en 2021 el sistema oficial de ese organismo registró importaciones por 4.966.013 t. Desde Paraguay llegaron 4.704.296 t, desde Brasil ingresaron 217.251 t; de Bolivia 27.739 y de Uruguay 16.038.

Además, en 2022 se importaron 3.303.570 t de la oleaginosa. Como siempre, Paraguay fue el principal proveedor con 1.745.252 t. Desde Uruguay llegaron 772.555 t, mientras que Bolivia ingresaron al país otras 485.793 t, y de Brasil 299.970 t.

Este año, por el efecto de menor producción producto de la sequía que azotó a la Argentina por el fenómeno de la Niña, se han importado hasta la fecha 9.575.626 t de soja, un número récord para la industria. Desde Paraguay han llegado 5.156.194 t, mientras que de Brasil 3.992.177 t; de Bolivia 374.442 y de Uruguay apenas 52.813 t. Permitieron el funcionamiento de las plantas de crushing del polo agroexportador.



Fuente: La Nacion







Notas Relacionadas