En el corto plazo. Para los economistas, el campo tendrá una mejora en su rentabilidad, pero hay dudas por lo que se viene

Consultados por LA NACION, expertos analizaron punto por punto las implicancias de las medidas anunciadas ayer por el ministro de Economía, Luis Caputo


amanecer rural
En el corto plazo. Para los economistas, el campo tendrá una mejora en su rentabilidad, pero hay dudas por lo que se viene


Luego del anuncio que hiciera el ministro de Economía Luis Caputo sobre el paquete de medidas que implementará el Gobierno, un sabor agridulce y ambiguo quedó en el campo. Economistas del sector agropecuario pusieron blanco sobre negro y analizaron una por una las disposiciones, analizando desde tres aristas fundamentales: la mejora cambiaria, la suba de los derechos de exportación (DEX), que finalmente incluiría al sector, y el impuesto a la importación de insumos.

Para David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el tipo de cambio oficial de $800, más el dólar exportador que es 80% y el 20% del Contado con Liquidación (CCL) que está en $1000, “da un tipo de cambio de exportación de $840, lo cual es una mejora significativa respecto a los $360 del tipo de cambio oficial [anterior] y una mejora no tan significativa pero mejora al fin, respecto a los cerca de $650 de los

“Eso es positivo pero hay que ver también en qué nivel se van a ubicar los dólares financieros porque también es muy importante la brecha. No solo es importante el valor absoluto sino la brecha que queda con los dólares libres que si están como ayer en cerca de $1000, esa brecha se va a ver achicada de manera significativa. Pero si los dólares libres también saltan, la brecha no se achica tanto”, dijo a LA NACION.

En cuanto a la suba de los DEX al 15%, si bien es algo que no afecta a soja (que tiene entre el 31 y 33%), lo hace en menor medida a maíz y a trigo (ya tenían 12%) y sí impacta en las carnes que estaban entre el 5% y el 9% y a las economías regionales que en su gran mayoría estaban en 0. Vale recordar que toda modificación de retenciones debe pasar sí o sí por el Congreso.

“Realmente ahí tiene un impacto negativo. Igualmente, colocaría el tipo de cambio en cerca de los $714 que está apenas por encima de los $650 del dólar exportador que veníamos teniendo. Entonces la mejora no es tan significativa pero sí es significativa respecto al dólar oficial”, aseguró Miazzo.

Para el economista, el tercer factor es el más negativo. Es decir “tener un tipo de cambio de importación más alto que el tipo de cambio de exportación”.

“Básicamente se va a pagar los insumos a $940 y exportar soja, por ejemplo, a $840, es decir $100 menos. En el resto de las actividades se debe descontar los DEX, donde aquella actividad que hoy tenía cero va a estar vendiendo el equivalente a $714 y pagando insumos a $940, eso empeora la relación insumo producto. Por eso es importante resaltar para el agro no es solo tan importante el valor absoluto del tipo de cambio sino los valores relativos: el valor relativo a la brecha cambiaria y el valor relativo a las importaciones”, afirmó.

Para Miazzo, con un trigo que ya se está levantando y un maíz y una soja, sembrados y fertilizados, esta campaña ya está dada, por lo que estas medidas de ayer tienen poco impacto en lo que va a ser la cosecha gruesa.

“Ya está todo dado. En ese sentido, con la normalización que hemos tenido en términos climáticos, se espera una campaña relativamente normal, no sé si decir buena, pero ya una campaña normal. Respecto al año pasado, prácticamente te duplica la producción, eso va a ser positivo para la actividad económica de todo el interior productivo, para los productores y por supuesto para el país que va a generar más de US$15.000 millones adicionales por exportaciones”, cerró.

En esa línea, Juan Manuel Garzón, economista jefe del Ieral, de la Fundación Mediterránea, coincidió que en el corto plazo existirá una mejora para el sector agropecuario. En primer lugar porque hay una mejora en el tipo de cambio efectivo, entre el 30 y el 40% (un 30% para los cereales y el 40% para la soja).

“Eso en el corto plazo. Pero hay que monitorear cómo sigue en las próximas semanas el tema de la inflación y cuál es la política de ajuste en el tipo de cambio oficial que va a llevar adelante el Gobierno. Si la inflación es muy alta y no corregís el tipo de cambio se vuelve a quedar atrás rápidamente”, remarcó.

Respecto del programa anunciado por Caputo, para Garzón está bien basar el eje en el tema fiscal porque “es clave cerrar las cuentas públicas”. Sin embargo, señaló que hubiese sido mejor una mayor baja del gasto público y una menor suba de impuestos.

“En el caso de las retenciones, que hayan subido al 15% de alícuotas sobre productos que pagaban 12% (cereales) o 9% (carne bovina) o que tenían 0% (economías regionales), no es una buena noticia pensando en la experiencia histórica de la Argentina, en donde los impuestos se crean o se suben las alícuotas y después es muy difícil eliminar esos impuestos o bajar la carga tributaria”, indicó.

Respecto al dólar importación, dijo que la política comercial lo que hace es por un lado, “castigar las exportaciones con retenciones, y en el caso de las importaciones, las encarece por el Impuesto País”.

Y, como Miazzo, señaló que se genera una brecha entre el dólar que pagan los importadores y el dólar que reciben los exportadores: “Eso claramente no es un buen dato. Es decir, los precios relativos los estás alterando ahí y a todas las actividades exportadoras que usan insumos importados, les estás afectando su ecuación económica, castigando más a las que más insumos importados usan”.

 

Para Garzón, se debe seguir monitoreando lo que pasa con la brecha cambiaria, la inflación, cómo se transmiten las medidas que han sido anunciadas a todo el sistema económico, qué pasa con la ganadería, con la lechería y aquellas actividades de producción animal intensiva que dependen mucho del mercado interno y que usan granos como insumo

Con falta de definiciones gubernamentales, habría que ver si este Impuesto País es permanente, es transitorio o si existen algunas excepciones: “Pero es lo mismo que las retenciones: cuando se crea un impuesto, eso genera un flujo de recursos que financian gastos, y esos gastos después no se pueden bajar, entonces el impuesto permanece. Y acá está el riesgo también que este Impuesto País permanezca en el tiempo”.

Por último, en cuanto a las expectativas del sector agropecuario, destacó que los productores toman decisiones en términos de lo que pasa con el clima, con los mercados y con la política económica.

“El clima se está normalizando, lo cual eso te juega a favor de tener una apuesta interesante del sector en esta nueva campaña. El mercado internacional está ahí, medio dubitativo en materia de precios internacionales, pero es probable que los precios estén más bajos, así que ese factor no te ayuda tanto. Y la política macroeconómica es la que está en proceso o existe la intención de ser ordenada. El arranque, por ahora, posiciona relativamente bien al sector exportador, sobre todo al agro, que es el sector que ha recibido la mejora de tipo de cambio efectivo más importante”, dijo.

Pero insistió que se debe seguir monitoreando lo que pasa con la brecha cambiaria, la inflación, cómo se transmiten las medidas que han sido anunciadas a todo el sistema económico, qué pasa con la ganadería, con la lechería y aquellas actividades de producción animal intensiva que dependen mucho del mercado interno y que usan granos como insumo.

“Van a estar muy complicadas. Se debe hacer una distinción entre la agricultura, mucho mejor posicionada en este escenario y las actividades pecuarias. La ganadería y la lechería pueden tener unos meses muy bravos en estos meses que siguen”, finalizó.



Fuente: La Nacion







Notas Relacionadas