VACAS CON METRITIS Y SUS CONSECUENCIAS

Hay muchas publicaciones acerca de los efectos de las infecciones post-parto en las vacas lecheras. Las que remarcan que el estrés del parto, la falta de higiene durante la asistencia del parto son algunas causas que se combinan con el bajo consumo de alimento y la elevada exigencia de energía para la producción de leche, deteriorando así la respuesta inmune en el ganado lechero.


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Hay muchas publicaciones acerca de los efectos de las infecciones post-parto en las vacas lecheras. Las que remarcan que el estrés del parto, la falta de higiene durante la asistencia del parto son algunas causas que se combinan con el bajo consumo de alimento y la elevada exigencia de energía para la producción de leche, deteriorando así la respuesta inmune en el ganado lechero.
La metritis aguda es una de las principales enfermedades posparto en granjas lecheras. La inflamación de las paredes del útero causada por infecciones bacterianas que usualmente ocurre durante las primeras 2 semanas después del parto. La infección esta generalmente asociada con bacterias coliformes. Estudios en los estados Unidos revelan que al menos un 25 por ciento de las vacas frescas (recién paridas) sufren metritis clínica pero el porcentaje aumenta al 80 por ciento cuando las vacas sufren de retención de placentas. También las vacas que sufrieron problemas al parto y/o requirieron asistencia son mas propensas a sufrir de metritis.

Los síntomas incluyen elevada temperatura (>40°C); falta de apetito total o parcial; letargia y perdida de la producción de leche. Es normal que vacas después de parir tengan una descarga vaginal por aproximadamente 2 semanas. Sin embargo un exudado vaginal maloliente, de color rojo o amarillo crema y que se adhiere a la cola y las partes laterales de la vulva, asociada a una elevada temperatura son características de la infección. Una vez que la metritis se sitúa la vaca se vuelve mas susceptible a otras infecciones como la endometritis, la cetosis y el desplazamiento de abomaso.

En un estudio publicado en el 2007 del Dr Huzzey et al, de la universidad de British Columbia encontró que vacas con metritis consumían 4.5 Kg. de materia seca menos que sus contemporáneas sanas. Así mismo disminuían su consumo de agua en alrededor 10 l/vaca/día. La producción de leche también se vio afectada con 15 Kg/vaca/día comparado con animales sanos; esta perdida en producción no se recupera aun depuse de que los animales han sido tratados. Otra séquela importante de la metritis es que reduce la fertilidad a primer celo; incrementa los días abiertos y por ende el intervalo entre partos; haciendo gastar al ganadero mas dinero en trabajo, tratamiento veterinario y alimento.
El tratamiento puede ser parenteral con inyecciones de antibióticos de amplio espectro combinado con el uso intrauterino de sulfas. La inyección de oxitocina ayudara a las contracciones y expulsar el liquido uterino de la infección. El uso de estrógenos suena controversial pero algunos autores sugieren que los estrógenos ayudan en el fortalecimiento inmunitario uterino.
Como en toda enfermedad la detección temprana ayuda a una pronta recuperación. El tomar la temperatura durante los primeros 20 días después del parto y tratando las vacas con fiebre con un antibiótico que de preferencia no se excrete en leche. La fiebre es el primer síntoma que aparece de 24 a 36 horas antes que otros signos como la depresión o la baja en consumo de alimento aparezcan. La limpieza y el cuidado durante la asistencia de partos; un buen manejo del consumo de alimento; evitar el hacinamiento de animales; separar las becerras de las vacas adultas son medidas que ayudaran a reducir el estrés de producción y puede ayudar a reducir las incidencias de metritis en el hato.
 



Fuente: MVZ. Gustavo Peña, Utah State University. USA







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