Pese a la sequía, el girasol permanece de pie

En la campaña 2022/23 el girasol logró sortear la peor parte del déficit de humedad, mostrando un excelente desempeño productivo. La comercialización, en cambio, se vio fuertemente afectada por los sucesivos cambios de reglas de juego.


amanecer rural
Pese a la sequía, el girasol permanece de pie


El girasol es el cuarto cultivo nacional más importante en nuestro país en términos de superficie y el quinto en términos de producción. Durante el año 2022, este complejo oleaginoso generó exportaciones por más de US$ 1.800 millones y se posicionó como el séptimo complejo exportador argentino. Durante la campaña en curso, signada por una brutal sequía que impactó de lleno en la producción de los principales cultivos argentinos, el girasol es uno de los pocos cultivos que logró aumentar su producción, gracias a su buena performance relativa en contextos de déficit hídrico.

Área sembrada, producción y crushing

El aumento interanual de la cosecha de la oleaginosa, que alcanzó para la campaña en curso 4,7 millones de toneladas, es el resultado de un incremento del 25% en el área sembrada con respecto a la campaña previa a 2,5 millones de hectáreas. Es un aumento significativo considerando la serie desde el ciclo 2007/08. 

El motivo de este incremento se relaciona con el buen panorama de precios a la hora de decidir los planes de siembra, dado que el conflicto entre Rusia y Ucrania iniciado en febrero de 2022 disparó las cotizaciones de la oleaginosa. El aumento en los precios globales obedeció a la irrupción del flujo normal de este grano a la arena internacional en cuanto ambos países concentran el 56% de la producción mundial de la oleaginosa, pero el 70% y 72% del comercio global de aceite y subproductos de girasol, respectivamente. En Argentina, el aumento en el área de cobertura logró más que compensar la merma en los rindes, allanando el camino para la recuperación de la oferta. 

Con un balance más holgado de oferta y demanda, el uso de girasol como insumo para la industria aceitera resultó superior a años anteriores, compensando parcialmente el faltante del sector de la materia prima soja, cuya producción cayó a niveles históricamente bajos a causa de la sequía. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), al 1 de noviembre de este año, la industria había realizado compras de girasol de la campaña actual por 3,3 Mt, volumen que se destaca como el más alto en términos absolutos en 15 años para la misma fecha. Mirado desde el punto de vista del sector aceitero, por el otro lado, tenemos que las compras de soja totalizaban a la misma fecha 13,3 millones de toneladas, el volumen absoluto más bajo en un cuarto de siglo. Por lo tanto, se observa que, según información de SAGyP y estimaciones propias, los volúmenes de crushing de girasol de la campaña en curso alcanzarían 3,8 Mt, el máximo tonelaje desde 2007/08. En el sentido contrario, la molienda de soja, prevista en 26,3 Mt, resultaría la menor en 19 años. 

Con un balance más holgado de oferta y demanda, el uso de girasol como insumo para la industria aceitera resultó superior a años anteriores, compensando parcialmente el faltante del sector de la materia prima soja, cuya producción cayó a niveles históricamente bajos a causa de la sequía. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), al 1 de noviembre de este año, la industria había realizado compras de girasol de la campaña actual por 3,3 Mt, volumen que se destaca como el más alto en términos absolutos en 15 años para la misma fecha. Mirado desde el punto de vista del sector aceitero, por el otro lado, tenemos que las compras de soja totalizaban a la misma fecha 13,3 millones de toneladas, el volumen absoluto más bajo en un cuarto de siglo. Por lo tanto, se observa que, según información de SAGyP y estimaciones propias, los volúmenes de crushing de girasol de la campaña en curso alcanzarían 3,8 Mt, el máximo tonelaje desde 2007/08. En el sentido contrario, la molienda de soja, prevista en 26,3 Mt, resultaría la menor en 19 años. 

Si comparamos las operaciones realizadas en cada mes de este año con el promedio de los últimos cinco, se aprecia un notable cambio en el patrón estacional. Como muestra el gráfico a continuación, el volumen comercializado en el mercado interno durante de los meses de abril y mayo resultó considerablemente mayor al promedio ante la incorporación del complejo girasol a la tercera instancia del Programa Incremento Exportador (PIE). Un comportamiento similar, aunque menos pronunciado, ocurre en los meses de julio y agosto, cuando estuvo en vigencia el PIE IV. 

 

Ahora bien, si el análisis del avance de la comercialización se realiza como proporción de la producción anual, se observa que el ritmo de negocios aún se encuentra rezagado con relación a los años previos, con excepción de la campaña 2021/22. Esto en parte puede explicarse por la gran volatilidad de precios internacionales que caracterizó al mercado de girasol en este año, muy dominado por lo que Rusia pudiese volcar al mercado internacional mientras continúa su conflicto armado con Ucrania, y la falta de previsibilidad en las reglas de juego para la comercialización de granos el año en curso, frente a las sucesivas ediciones, prórrogas, ampliaciones y reducciones de los sucesivos Programas de Incremento Exportador y sus similares.

Del total operado en los primeros diez meses, según la plataforma SIO Granos, el 21% tuvo como lugar de destino Gran Rosario.  De la mercadería ingresada, 41% proviene de Santa Fe, Buenos Aires en segundo lugar con 33% y Chaco tercero con 7%.

Ventas al exterior

 

Entre enero y octubre del 2023 el complejo girasol registró casi 2 millones de toneladas de ventas al exterior (DJVE), el segundo volumen más alto de la década, sólo por detrás del 2019. En el caso del aceite de girasol, las 915.000 toneladas anotadas en los primeros diez meses del año representan el nivel más alto de los últimos diez años.

Como conclusión, es de destacar cómo el girasol logró sortear con éxito un año climáticamente tan complejo como el que nos deja el ciclo 2022/23, con una merma relativamente acotada en rinde que le permite ser el único de los seis principales cultivos de la Argentina que aseguró un aumento interanual en la producción. Del lado comercial, los sucesivos cambios en las reglas del juego, tal como se ha destacado en repetidas oportunidades desde esta publicación, limitan la previsibilidad, erosionando la inversión y, en última medida, la producción potencial. Así todo, el volumen tanto de compras domésticas como de ventas al exterior se encuentra en los niveles más altos desde el año 2019.

Sin dudas, con las condiciones adecuadas, hay un brillante futuro para este noble cultivo caracterizado por el aceite de alta calidad que permite obtener y que se posiciona como el preferido para el consumidor nacional, a la vez que disfruta de una pujante demanda externa. Habida cuenta que a fines de los noventa, Argentina supo exhibir más de 4 millones de hectáreas de girasol, brindando previsibilidad y alineando los incentivos desde la política pública, se estaría en condiciones de aumentar notablemente la cobertura de área de este cultivo en el futuro. 

 



Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario







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