22/05/2025. NACIONALES. Actualidad
Semanas atrás, en el marco de la realización del Simposio de la Asociación Civil Fertilizar, dialogamos con Ignacio Cianpitti, uno de los participantes del encuentro. Su temática fue la aplicación de todos los recursos de la inteligencia artificial en campo abierto, a las que el productor debe ir adaptándose e incluirlas en su trabajo. Utilizar estos recursos permite la obtención de datos precisos de suma importancia sobre, por ejemplo, malezas o condiciones del suelo, que pueden optimizar la toma de decisiones.
Cianpitti indicó que “es una temática que está avanzando muy rápidamente, y está llegando al productor serían las herramientas que tienen soluciones, por lo que el productor va a empezar a ver algunas de las herramientas que se testean y las que más tienen soluciones son las que van a llegar al productor”.
“Estamos viendo la parte de aplicación selectiva, que tienen sensores que se agregan a las maquinarias, y esa aplicación selectiva busca diferentes tipos de malezas y aplica, básicamente, selectivamente en función de si hay presencia o ausencia de maleza”, graficó, agregando que “está todo basado en sensores que están ajustados a las maquinarias, y miran por presencia o no presencia de la maleza, y aplican herbicidas”.
“En ese caso lo que es importante que entienda el productor es que la toma de decisiones con tecnología se empieza a basar mucho más en data, en información”. El agrónomo y docente hizo fuerte hincapié en la importancia de entender que la cantidad de información que se pueda recolectar de los campos, mediante las distintas herramientas de la inteligencia artificial, va a ser mucho más eficiente para ayudar a la toma de decisiones. Y así, encontrar una mayor precisión a la hora del rendimiento de los cultivos.
“Uno siempre habla de mejorar y aumentar rendimientos, pero en muchos casos se habla mucho de agricultura digital o de precisión, de ser más eficientes en el uso de insumos, reducir el uso de insumos, buscar formas de aumentar la productividad en zonas de lote donde realmente necesitan más aplicación, y zonas de lotes que necesitan mucho menos” dijo sin dejar de lado lo que refiere a reducir los costos. “De alguna manera u otra, el productor va a tener prioridad en esto, en la inteligencia artificial, porque tendrá mayor precisión a la hora de determinar cuál u otra maleza se está apareciendo en su campo, y también cuáles son los principales nutrientes que debe reponer en ese campo”.
Otro de los ejemplos que dio sobre la aplicación de la tecnología en el campo que que podrá con estas herramientas identificar y reconocer deficiencias nutricionales, donde antes se miraba a la planta para tratar de saber qué ocurría,
“Ahora el productor puede sacar una foto y saber inmediatamente si es una deficiencia nutricional o no”. Por lo que, concluyó, “generará un aumento de la eficiencia, la eficiencia de toma de decisiones, y básicamente tomar decisiones que están basadas en evidencia”.
Teresa Carey - Periodista Grupo Amanecer Rural