Ganadería de precisión: cómo la identificación individual de vientres mejora hasta 30% la tasa de preñez

La ganadería de precisión avanza en el NEA como una de las estrategias más efectivas para aumentar la eficiencia reproductiva y reducir costos. Así lo demostró el INTA durante una jornada a campo realizada junto al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en Paso de los Libres, Corrientes, donde se presentaron resultados concretos de más de cinco años de trabajo en establecimientos de cría.


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Ganadería de precisión: cómo la identificación individual de vientres mejora hasta 30% la tasa de preñez


El eje de la experiencia estuvo en la identificación electrónica individual con caravanas RFID, que permite recopilar datos productivos y reproductivos de cada animal y tomar decisiones basadas en información objetiva.

Vaquillas: servicio más temprano y mejores resultados

En el Establecimiento Tres Luceros, los técnicos adelantaron el entore a los 18 meses —cuando lo habitual en la región es a los 24 o 36—, gracias a controles de peso mensuales que permitieron descartar con anticipación a las terneras que no alcanzarían el peso objetivo.

El resultado fue contundente: los porcentajes de preñez superaron el 85 %, con picos cercanos al 90 %, lo que significó una mejora de 25 puntos respecto a los primeros registros.

Vacas con cría: selección y estabilidad

En esta categoría, la más desafiante por el efecto de la lactancia, el seguimiento individual posibilitó construir historiales completos con datos de partos, lactancias, diagnósticos de preñez y destetes. De esta manera, se eliminaron vientres improductivos y se retuvieron los más eficientes, logrando que la preñez pase del 63 % en 2019 a valores superiores al 80 % en los últimos ciclos, incluso en contextos de clima adverso.

Datos que se transforman en decisiones

“Contar con información en tiempo real fue clave para enfrentar adversidades climáticas y sanitarias. El secreto está en recolectar y gestionar bien los datos”, explicó Luis Rivero, técnico del INTA Curuzú Cuatiá y responsable del proyecto.

Rivero destacó que la ganadería de precisión no se trata de aplicar recetas únicas, sino de adaptar la tecnología a cada campo y a cada biotipo animal. Además, subrayó que la identificación individual es la puerta de entrada hacia un manejo más rentable y sustentable.

“Cuando la información se transforma en decisiones concretas, los resultados aparecen rápido y se sostienen en el tiempo”, resumió el especialista.



Fuente: IPCVA







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