La Niña llegaría a la Argentina a fines de noviembre: alertan impacto en lluvias y temperaturas

Los pronósticos internacionales confirman que La Niña está de regreso y comenzaría a influir en el clima argentino hacia el cierre de noviembre, con efectos más marcados durante el verano 2025/26. Así lo advirtió la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que estima un 75% de probabilidad de consolidación del fenómeno hasta inicios de 2026.


amanecer rural
La Niña llegaría a la Argentina a fines de noviembre: alertan impacto en lluvias y temperaturas


Qué esperar en el campo argentino

La Niña, asociada al enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, suele traer consigo lluvias deficitarias y mayor variabilidad climática en el Cono Sur. En Argentina, los modelos anticipan menos precipitaciones en el norte y centro del país —especialmente en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y el norte bonaerense— junto con lluvias erráticas durante diciembre y enero.

Además, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé mayor amplitud térmica, mañanas más frescas y posibles olas de calor desde enero.

Riesgos para la campaña gruesa

El Instituto de Clima y Agua del INTA advirtió que la evolución de La Niña será clave para el desarrollo de la campaña agrícola 2025/26. “Si el fenómeno se mantiene débil, el impacto sería limitado; pero un refuerzo pleno en verano podría condicionar los rindes de soja y maíz en la región pampeana”, señalaron.

El panorama contrasta con los efectos de El Niño, que entre 2023 y 2024 permitió recuperar la humedad de los suelos tras tres años de sequía. Ahora, con la fase opuesta en marcha, los técnicos recomiendan monitorear de cerca las lluvias y ajustar las decisiones de manejo según el comportamiento climático regional.

Un año de incertidumbre climática

De confirmarse las proyecciones, La Niña se extendería hasta el primer trimestre de 2026, antes de regresar gradualmente a condiciones neutrales. Hasta entonces, el sector agropecuario deberá enfrentar un escenario desafiante, con precipitaciones menos previsibles y la necesidad de una planificación más cautelosa.



Fuente: Noticias Agropecuarias







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