10/09/2018. INTERNACIONALES.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, o EPA por sus siglas inglés, categoriza a los insecticidas neonicotinoides como II o III. Estos insecticidas actúan a nivel del sistema nervioso central, generando una parálisis que desemboca en la muerte de los insectos y no presentan riesgo (a dosis normales) para la mayoría de los mamíferos debido a que la ruta neuronal sobre la que actúan es poco común en estos.
Es común que estos insecticidas se utilicen a nivel de semilla. La persistencia de los mismos genera que lleguen a todas las estructuras de la planta, incluso a las reproductivas. Al tomar el polen de las flores las abejas entran en contacto con el insecticida, lo que provoca la muerte de las mismas.
Con esto Francia se convierte en el primer país europeo en prohibir 5 insecticidas. Por otra parte, los agricultores del país galo están cuestionando las decisiones del gobierno, asegurando que estas ponen en riesgo la viabilidad de sus cultivos.