PENSANDO EN MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD FORESTAL

El aumento en la producción forestal puede obtenerse a expensas de un aumento en la superficie con forestaciones o bien aumentando la producción por unidad de superficie. Esto presenta el desafío de diseñar un proceso productivo intensivo y, a su vez, sustentable; mediante estrategias de manejo que permitan incrementar la producción haciendo un uso eficiente de los recursos del ambiente.


amanecer rural

Para diseñar estas estrategias es importante estimar el rendimiento potencial de los cultivos y la brecha que existe con el rendimiento promedio del productor, y evaluar cómo se relaciona el rendimiento con la oferta y uso de los recursos ambientales. En este sentido, cabe destacar que las mejoras en el potencial productivo del material genético deben combinarse con prácticas de manejo que permitan explotar dicho potencial.
El análisis de la brecha de rendimiento, ampliamente utilizado en cultivos agrícolas, requiere la cuantificación de distintos tipos de rendimiento. El rendimiento potencial teórico de un cultivo (Rp) se define como el rendimiento obtenido por un genotipo sin limitantes de agua y nutrientes, creciendo en ambientes sin estrés (control total de plagas, malezas y enfermedades), y con buenas prácticas de manejo para determinado objetivo de producción. De esta manera, para un genotipo definido, el Rp está determinado por los denominados factores de rendimiento: la disponibilidad de CO2, la oferta de radiación solar y la temperatura. Generalmente, este valor se estima a partir de modelos de simulación de crecimiento en función del genotipo (o especie) y un gran número de variables ambientales. 
El rendimiento potencial limitado por el déficit hídrico (Rdh) es aquel obtenido con la mejor combinación de tecnologías de manejo pero condicionado por el régimen hídrico de la región, mientras que el rendimiento obtenido con limitaciones de agua y nutrientes (Rdhn) hace referencia a cultivos de secano con deficiencias nutricionales. En ambos casos, el rendimiento estará influenciado por el tipo de suelo que, en combinación con la historia de uso, definirá la capacidad de almacenaje de agua, el perfil explorable para las raíces, la disponibilidad de nutrientes, entre otros. Por último, el rendimiento promedio real (Rr) se define como el rendimiento efectivamente alcanzado en una región, donde los factores limitantes del rendimiento pueden combinarse con otros factores de estrés como plagas, enfermedades y malezas. 

Dado que el Rp es un valor teórico que no es posible alcanzar en condiciones de campo, es común definir el potencial productivo tomando como referencia al rendimiento óptimo alcanzable (Ra), es decir, el que se obtiene con la mejor combinación de manejo silvícola y sin limitaciones de agua y nutrientes . Así, la brecha de rendimiento se estima como la diferencia entre los rendimientos promedio reales (Rr) y el rendimiento óptimo alcanzable . Actualmente, el ajuste de las prácticas de manejo por ambientes (manejo genotipo-sitio específico) es una de las estrategias más relevantes para reducir la brecha de rendimiento. El impacto esperable de una mejora en las prácticas de manejo será mayor a mayor brecha de rendimiento.
Si pensamos, por ejemplo, en la Mesopotamia Argentina, es posible que los rendimientos de los rodales forestales aun no estén en los máximos alcanzables. Existe variación ambiental y en la oferta de recursos entre regiones. Aún dentro de una misma región climática, otros factores (topografía, tipo de suelo) determinan ambientes contrastantes. La historia de uso y las prácticas de manejo también modifican la disponibilidad y distribución de recursos (nutrientes, agua y aireación de suelo) y, en consecuencia, la tasa de crecimiento del rodal. El ajuste de tecnologías de manejo por ambientes (genética, preparación del terreno, control de malezas, fertilización, drenaje, riego, control de plagas y enfermedades, podas, raleos) podría contribuir a reducir las brechas de rendimiento actuales. Por otro lado, la utilidad de determinar la productividad potencial no solo se asocia con el objetivo de maximizar el rendimiento e identificar aquellos factores que lo limitan, sino también con la posibilidad de evaluar los costos de reducción de la brecha productiva y la conveniencia de adoptar determinadas prácticas silvícolas. 

Comentarios finales.
Conocer la productividad potencial y analizar las brechas de rendimiento nos permite responder a preguntas tales como: ¿Cuánto rendimiento dejo de obtener por no optimizar el manejo? ¿La magnitud de la brecha productiva es relevante?; ¿Cuál es la mejora esperable mediante la incorporación de tecnología e insumos? ¿La reducción de la brecha mediante innovación tecnológica justifica el costo de su adopción? El manejo por ambientes, como alternativa para reducir la brecha productiva, requiere "saltar" de las recetas generales a la planificación específica en función de los requerimientos del genotipo, los factores de estrés más importantes y las características ambientales de cada sitio. 
 



Fuente: Ing. Forestal Javier Alvarez, EEA Delta del Paraná, INTA. Ing. Forestal Ana M. Lupi, Instituto de Suelos, INTA Castelar







Notas Relacionadas